Tras el «cese cautelar de la actividad» del viejo matadero Erralde de Durango por parte del departamento de Sanidad del Gobierno de Gasteiz, EHNE Bizkaia insiste en la necesidad de impulsar el nuevo centro de sacrificio de Berriz. Para ello, exigen un impulso por parte de los quince ayuntamientos que están en este momento y anuncia una campaña para conseguir que se asocien en torno a otros 25 ayuntamientos.

Unzalu Saltearin y Alberto Llona criticaron la «intransigencia de Sanidad» por impedir que el matadero de Erralde pudiera mantener su actividad de forma provisional hasta que esté en marcha el nuevo en Berriz. Advirtieron que esa «decisión política» se debió a las presiones del lobby empresarial que «existe en torno al antiguo matadero que cerró porque era insostenible su actividad» y rechazaron, por otro lado, que el «cese cautelar» de Erralde en Durango tuviera que ver algo con Bruselas. «No -dicen con rotundidad-. Estuvimos allí y al mostrarles la serie de modificaciones técnicas que habíamos previsto, nos permitían mantener la actividad hasta contar con las nuevas instalaciones».

«Después de ese mal trago», explicaron los representantes del sindicato agroganadero vasco, Salterain y Llona, entienden que «se debe finiquitar la actividad de Durango». Por eso, manifestaron que «se debe responder al sector. Hemos trasladado a la dirección de Erralde la necesidad de que se lleve adelante cuanto antes el compromiso de pago de las deudas contraídas por los ganaderos». Calculan que ascienden a en torno a 148.000 euros».

A partir de ese momento, EHNE Bizkaia se compromete a impulsar el nuevo proyecto. Porque «debemos intensificar la entrada de ayuntamientos en el nuevo proyecto. Actualmente son quince municipios, pero tenemos que aproximarnos a los 48 que componían hace años la mancomunidad, antes de que surgiera Erralde».

Unzalu Salterain y Alberto Llona son claros en este tema, porque en la necesidad de «acelerar» el proyecto está en juego también el futuro de los ganaderos, porque cuando se cerró el proyecto anterior a Erralde en Durango, la pérdida para el sector «fue irreparable». Ambos entienden que «el proyecto del nuevo matadero de Berriz es clave para el sector. No es un problema financiero, sino de decisión política». Porque ese proyecto enlaza de forma directa con «la soberanía alimentaria».

Este tema es fundamental, a juicio de ambos responsables del sindicato, porque «nosotros no queremos solo reivindicar la soberanía alimentaria, sino ir construyendo proyectos. Ya hemos dado pasos, pero hay que seguir» porque «debe ser una apuesta a largo plazo, proyectos que se consolidarán en los próximos treinta años, pero que tienen que comenzar a echar las raíces, pero hay muchos intereses de que no ocurra de esta manera, sobre todo, por parte de agentes externos al sector»

Un gran proyecto

El nuevo Erralde de Berriz está trazado, tiene los permisos de construcción. Es una realidad. El espacio dedicado es de una superficie total de 87.973 metros cuadrados. la edificación tendrá una edificación máxima de 35.189,41 metros cuadrados. Según los datos del proyecto, los establos contarán con 743,7 metros cuadrados, la sala de matanza (737,15 metros cuadrados), cámaras de refrigeración (429,6 metros cuadrados), despiece (580,95 metros), oficinas y vestuarios (387,75 metros cuadrados, entre otros servicios. Tiene una buena comunicación viaria y se encuentra en «un cruce de caminos, muy interesante para la distribución de los productos que se comercialicen desde esas nuevas instalaciones». Se calcula que el nuevo matadero esté en marcha en dos años desde que comience a construirse. En principio, un 40% de la financiación del mismo está comprometida por el área de Agricultura del Gobierno de Gasteiz, como explicaron los representantes del sindicato agroganadero de Bizkaia.

Tanto Llona como Salterain reconocieron que «con la enorme superficie con que contaremos en las nuevas instalaciones, podrían albergar otros proyectos para el sector primario, sin excluir todo lo que tenga que ver con la pesca, ante la cercanía con el mar».

En este nuevo matadero la sala de despiece será «más polivalente» para permitir que se puedan entregar los productos «más despiezados, que es lo que está demandando en estos momentos las carnicerías».

EHNE Bizkaia confirmó por otro lado, que en Euskal Herria se produce solo el 35% de la carne que se consume, pero «si nos centramos en Bizkaia, podemos decir que no se produce ni el 15% de la carne que se consume. Nos llama mucho la atención de la presión que están ejerciendo los lobbys que estuvieron haciendo negocio en Zorrotza (Bilbo) hasta su cierre».

Salterain y Llona manifestaron a GARA que este nuevo matadero, que cumplirá todos los requisitos más modernos a nivel técnico y sanitario, «es un proyecto de futuro. Que permitirá al sector recobrar una actividad vinculada la ganadería, que poco a poco ha ido desapareciendo por los diferentes modelos que nos han impuesto».

Ventajas

Para EHNE Bizkaia la pieza clave en este caso es la soberanía alimentaria, porque «nos tenemos que dar cuenta que producir aquí lo que después vamos a comer nos ofrece enormes ventajas de calidad y deuna alimentación adecuada».

Esa ventaja no solo es en la calidad del producto y el mantenimiento de un sector «ligado a la tierra, a la naturaleza, a la vida», sino que «permite terminar con esos intereses que nos vienen impuestos por grandes corporaciones. Por eso, no entendemos el porqué del cese cautelar desde Sanidad del Gobierno de Gasteiz, porque hicimos el esfuerzo necesario para mantener en marcha el matadero para evitar que se produzca una quiebra en el sector, que tuvo lugar con el anterior cierre de ese matadero hasta que Erralde lo puso en marcha con nuestro impulso».

A juicio de Salterain y Llona «la decisión de Sanidad es irresponsable. Nos ha impedido la reapertura y, desde luego, el daño que están ejerciendo al sector es elevado. Porque ahora, no hay mataderos en Bizkaia. Tienen que acudir a Oñati, a Urkainko y a Laudio. Nosostros estuvimos siempre de acuerdo en la necesidad de impulsar mataderos locales, como el de Laudio, que en estos momentos sacrifica carne de Enkarterriak. Si no el coste del transporte es bastante más caro, por lo que se encarece el producto. No hay derecho a tomar esa decisión, sin sentido y, desde luego, sin que Bruselas lo exigiera. Porque estuvimos allí».