Nada mejor que una victoria clara para balsamizar las heridas. El Caja Laboral Baskonia sumó su primer triunfo de la Liga ACB 2012/13 merced a un arranque espectacular gracias al cual desbordaron a un Cajasol que causó una impresión muy pobre, sobre todo en lo que a intensidad defensiva se refiere.

Pero los problemas del Cajasol pertenecen exclusivamente al cuadro hispalente, ya que el Baskonia, aún y con su «muestrario» de bajas, superó a su rival en cuanto a intensidad y actitud se refiere desde el salto inicial. No solo fue cuestión de acierto, que también, sino de decisión. El primer ejemplo fue Oleson, tan titubeante en otras ocasiones, capaz de levantarse y anotar sus dos primeros triples sin ningún complejo.

Y tras la estela del de Alaska siguieron los demás, que además tenían la «muñeca tonta». Los de Ivanovic rompieron el partido con el 30-13 en el primer cuarto, con una carta de tiro de 11 de 12, aprovechando las facilidades del rival, y con Rochestie como eficaz director de juego. A partir de ahí, bastó con no aflojar en exceso para ganar.

No importó que Lampe tuviera que jugar muchos minutos -Hernández-Sonseca no saltó a la cancha- o que Causeur debutase. De hecho, el Cajasol se mostró como un sparring ideal para que estos jugadores se fuesen rodando. Ambos mostraron detalles de calidad, en especial el escolta galo, aunque pecó de ser «excesivamente zurdo» en un par de penetraciones.

Conforme el partido avanzaba, el nivel de acierto fue bajando, pero no la diferencia, que se mantenía entre los 15 y los 20 puntos, producto de que siempre hubiera quien hallara la vía al cesto, con seis jugadores con más de diez puntos. El Baskonia acabaría gustándose.