A la misma hora en que el presidente rojiblanco Josu Urrutia calificaba de «lamentable» la filtración y publicación del audio de la charla de Marcelo Bielsa al vestuario, el Consejo español de Ministros aprobaba una reforma del Código Penal por la que castigará la difusión de grabaciones íntimas sin consentimiento. Irónicas coincidencias al margen, si alguien esperaba en su comparecencia de ayer que el máximo responsable de Ibaigane avivara la llama, se equivocó de fuego. Los trapos sucios se lavan en casa, vino a decir, y de paso, como hizo Bielsa días antes, `disparó' contra unos medios de comunicación que no siempre actúan como simples `mensajeros'.

Si algo se agradece al excapitán rojiblanco es su fidelidad en las formas y en el fondo a su trayectoria en este algo más de un año al frente de la entidad. «Se puede mostrar autoridad sin dar un golpe en la mesa», sintetizó su modus operandi. Urrutia calificó de «calumnia» que alguien señale al propio club como filtrador del audio, al tiempo que apuntó a aquellos medios de comunicación -le faltó dar nombres y apellidos, como hace Marcelo Bielsa- que, por una parte, insisten en reavivar cada día los polémicos asuntos «ya finiquitados» de este verano, y también a los que se dedican, como volvió a suceder el miércoles, a «participar» de un hecho «penoso» publicando el contenido de dicha charla.

Sobre lo que igualmente se mostró muy enérgico es con las opiniones o insinuaciones de que el propio club estaría detrás de las filtraciones. «No creo que nadie pueda atribuir al club una responsabilidad o que está organizado para filtrar esto, roza incluso la calumnia. Es totalmente falso, y desde luego no es en beneficio del Athletic», defendió.

Insistió, los trapos sucios se lavan en casa, y eso incluye el nombre del autor de la grabación, así como las acciones que el club disponga -ayer la SER llegó a decir que había contratado a un abogado para `expulsar' al autor-. Sí que aportó un detalle novedoso en una de sus frases, al considerar responsables «tanto a los que graban como -y he aquí la novedad- a los que son conscientes de que se está grabando». Es decir, que el `topo' podría tener cómplices.

A partir de ahí, el presidente acentuó su discurso: «Ha salido, yo voy a trabajar internamente y no lo voy a alimentar más», zanjó. Sostuvo que no había escuchado la grabación «porque esa charla no me pertenece, no quiero saberlo» y a partir de ahí reiteró casi con cada pregunta que «no voy a participar de esto, voy a trabajar internamente, porque enredar más no es bueno y porque al Athletic lo que le vendría bien es discreción».

Espera que no se repita

El presidente rojiblanco, con semblante tranquilo, serio y por momentos molesto, protagonizó cada uno de los casi 50 minutos de comparecencia, dominó de largo el tú a tú con la prensa, haciendo valer su propio discurso y dejando con las ganas a la mayoría de las preguntas.

Su planteamiento fue dejar claro que no entiende el objetivo de grabar aquella charla, ni el de filtrarla, y que no entiende la reiteración por parte de algunos medios de comunicación de «que si todos reprobamos algo así, le demos bombo». El presidente insistió en que «no voy a participar de algo que se está saltando las normas del vestuario. Vamos a dejar solo a quien lo hace», reclamó de la prensa.

Y en el saco también incluyó a quienes insisten en recordar el rosario de «escándalos» habidos desde el verano, cuando «todos están finiquitados». A su juicio, «si alguien las quiere tener en el fogón, es algo interesado». Palabras que seguro tenían mucho que ver con el titular ``El Athletic de Urrutia, de escándalo en escándalo'' con el que se desayunaba ayer el periódico de más tirada en Bizkaia.

Del mismo modo, el lekeittiarra no tuvo reparo en lanzar veladas críticas contra «expresidente o exjugadores» a los que reclamó que «sería bueno que gente que ha pasado por aquí empatizara con los que están ahora, esté quien esté». Añadió: «Cuando he estado o vuelva a estar fuera, intentaré aportar, y si no, me callaré». Y como colofón, un deseo: «Espero que no se vuelva a repetir»... lo del audio; las filtraciones seguirán.