Los mediadores de EPPK inician contactos
La mediación del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) inició ayer con Lokarri una ronda de contactos con agentes políticos, sociales y sindicales al objeto de «desbloquear la situación y poder dar pasos» hacia la desactivación de la política carcelaria de excepción.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Tres de los componentes del grupo de mediadores designado por el EPPK -Arantza Zulueta, Kandiko Zubikarai y Mitxel Sarasketa- comenzaron ayer a cumplir con el mandato encomendado en junio por el Colectivo de Presas y Presos Políticos Vascos, al exponer su análisis de la situación actual que viven por la política carcelaria que mantiene el Gobierno español a pesar de los pasos unilaterales adoptados por EPPK, ETA y la izquierda abertzale.
Tras el encuentro con representantes de Lokarri en Bilbo, Sarasketa manifestó que EPPK desea «un diálogo entre las fuerzas sociales, políticas y sindicales de Euskal Herria» en el que participe el colectivo «como un agente político que tiene mucho que decir» en el nuevo tiempo político, «sobre todo en la situación de los presos».
Siguiendo el mandato derivado del debate que el Colectivo mantuvo durante aproximadamente dos años dentro de las cárceles y que presentó en junio en Gernika, el grupo que conforman entre otros Sarasketa, Zubikarai y Zulueta pretende «socializar, visualizar y crear las condiciones para que se puedan dar esta relación del colectivo de presos con los demás agentes». Recordó que EPPK «ha dado pasos unilaterales en las decisiones que ha tomado en su momento, que por parte del Gobierno se han considerado insuficientes, pero tienen importancia en su posicionamiento de cara al proceso político».
El grupo de interlocutores estima que es necesario «solucionar la situación de los presos para aportar en la resolución del conflicto», especialmente tras su adhesión al Acuerdo de Gernika, la Declaración de Aiete y las resoluciones estratégicas adoptadas en el seno de la izquierda abertzale. Uno de los hitos en ese camino para alcanzar el desbloqueo, apuntó el expreso, es «acabar con la dispersión y la reunificación» en prisiones vascas, además de la supresión de la aplicación de la «ley antiterrorista» en la política carcelaria a presos y a sus familiares. En ese contexto situó el ataque que ha sufrido Enara Rodríguez.
A su vez, en nombre de Lokarri, Paul Ríos mostró su disposición a reunirse en posteriores ocasiones con la interlocución del EPPK «desde el convencimiento de que es necesario establecer un diálogo constructivo entre las personas presas y la sociedad vasca» para contribuir al proceso de paz. Es más, insistió en que la red ciudadana por el diálogo y el acuerdo continuará mostrando su apoyo «a todas las iniciativas constructivas que defiendan los derechos humanos de las personas presas», como lo han hecho con anterioridad.