No por esperado dejó de sorprender. Después de romper dos veces la disciplina de voto del PSC y apoyar el pacto fiscal y la consulta por la independencia, el exconseller e histórico militante socialista catalán Ernest Maragall anunció ayer que abandona definitivamente la disciplina del partido.

Lo hace para participar en la fundación de una nueva formación de izquierdas que defienda el derecho a la autodeterminación y que, de hecho, ya tiene nombre: Nova Esquerra Catalana.

Maragall -muy crítico en los últimos meses con la dirección del partido- anunció su decisión en una reunión del grupo impulsor de la nueva formación, que celebrará su asamblea constituyente el próximo 15 de diciembre, lo cual imposibilita su participación en las elecciones anticipadas del 25 de noviembre. En la reunión celebrada ayer en Barcelona, Maragall estuvo acompañado por cabezas visibles de Ciutadans pel Canvi, plataforma próxima -hasta ahora- al PSC y surgida en su día en apoyo al president Pasqual Maragall, hermano del ex conseller.

Según trascendió, la base sobre la que pretenden constituir la nueva formación será el manifiesto firmado la semana pasada por 145 militantes del PSC, en el que defendían «un nuevo pacto entre Catalunya y España para garantizar el derecho de autodeterminación de los catalanes, ejercido mediante un referéndum convocado por el Parlament».

El documento, con el clarificador título de «Una izquierda catalana fuerte y mayoritaria para una Catalunya constituyente» se desmarca de la línea defendida por la dirección del PSC -que insiste en el encaje con el Estado español- y pone de manifiesto la necesidad de reconocer a Catalunya «como nación sujeto de soberanía propia».

Firmantes

Además de Maragall, este documento fue firmado por importantes dirigentes del PSC, como los también ex consellers Antoni Castells y Marina Geli, la europarlamentaria Maria Badia o el alcalde de Lleida, Àngel Ros.

Por lo tanto, está por ver cuál es la reacción de estos militantes del sector catalanista ante el movimiento anunciado ayer por Maragall.

Lo que está claro es que los problemas se multiplican para un PSC incapaz de encontrar su lugar en el nuevo escenario abierto en el Principat tras la histórica Diada del 11 de setiembre y al que las encuestas le auguran el peor resultado de su historia.