El Estado español no aceptará un ingreso de Kosovo en la UE sin el acuerdo previo de Serbia, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, porque lo contrario supondría admitir la validez de su declaración unilateral de independencia.

Durante el debate y aprobación en el Congreso de la ratificación del Tratado de Adhesión de Croacia a la UE, el ministro se mostró convencido de que Kosovo se encontraría hoy con una «oposición mayoritaria» por parte de los Veintisiete a su integración.

«España no tiene ninguna objeción a que Kosovo forme parte de la UE siempre que Serbia acepte, como estado matriz, que esa adhesión es posible», explicó. «Antes, y hablo por este Gobierno, no habrá aceptación de Kosovo porque este Gobierno no está dispuesto a reconocer una declaración unilateral de secesión contraria al derecho interno», insistió. Precisamente, la Comisión Europea propuso el miércoles a los Veintisiete abrir negociaciones para un Acuerdo de Asociación y Estabilización con Kosovo una vez que el territorio «cumpla con una serie de pasos» entre los que señala avanzar en la consolidación del Estado de derecho y la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.

Margallo y el nazismo

En cuanto a la ratificación del Tratado de Adhesión a la UE de Croacia, el debate estuvo salpicado de referencias a Catalunya, lo que hizo el ministro de Asuntos Exteriores entendiera que debía disculparse ante el embajador croata, presente en el Congreso.

Durante el debate, Margallo desató una nueva polémica cuando dijo que «el nazismo, el marxismo y el nacionalismo se caracterizan por poner al ciudadano al servicio de una idea abstracta, sea la raza, la clase o la nación absoluta». Luego matizó que cuando hablaba de nacionalismo se refería al fascismo.