Supervivientes, familiares y funcionarios, incluida la primera ministra australiana, Julia Gillard, conmemorarán hoy a las víctimas de los atentados del 12 de octubre de 2002, que causó la muerte de 202 personas, en las islas indonesias de Bali, rodeados de fuertes medidas de seguridad, tras la advertencia de la Policía indonesia de posibles ataques de grupos islamistas.

«Esta conmemoración es un paso más en un largo camino» dijo Keith Pearce, de 65 años, presidente de un club de rugby que perdió a siete de los veinte jugadores en 2002.

Mientras la tradicional «fiebre del sábado noche» estaba en pleno apogeo en el distrito de bares y discotecas de Kuta, Bali resort, una camioneta cargada con una tonelada de explosivos sembró el pánico en la «Isla de los Dioses», considerada un paraíso por los millones de turistas que visitan cada año sus playas de arena.

Desde entonces, los esfuerzos de las autoridades indonesias por contener la actividad de milicianos islamistas, principalmente de Jemaah Islamiyah, parecen haber tenido su efecto y no se han producido atentados relevantes contra intereses occidentales desde 2009, cuando varios kamikazes atentaron contra dos hoteles de la capital causando la muerte de nueve personas e hiriendo a 53.

Pero las recientes operaciones policiales contra «presuntos terroristas» y la advertencia ante la conmemoración de hoy, a la que, se espera, asista el presidente del país, Susilo Bambang Yudhoyono, son un recordatorio de que el peligro aún persiste.

«En base a la información que hemos recabado, hay indicios de movimientos contra VIP que asistirán al evento», informó el número dos de la Policía de Bali, Ketut Untung Yoga. Subrayando que tras la verificación de las informaciones, se están tomando medidas extraordinarias, «por lo tanto, la Policía y las fuerzas armadas están preparadas».

Los actos conmemorativos se celebrarán en varias partes de Bali, incluida la plaza de Kuta, donde se encuentran las discotecas que fueron atacadas. Se espera que unos 4.000 extranjeros asistan a las ceremonias preparadas.

Según Yoga Ana, la Policía ha enviado refuerzos desde Yakarta y el Ejército también está ayudando en las labores de seguridad en torno a la conmemoración. «Hay 1.003 agentes de Policía en Bali y 118 refuerzos que han llegado desde el cuartel general».

Varias células fueron desmanteladas, sobre todo en marzo, cuando la Policía causó la muerte a cinco supuestos miembros de un grupo islamista que se disponía a actuar, según la misma Policía. Además, a principios de setiembre un ataque planeado contra el Parlamento en Yakarta fue descubierto, y poco antes, un islamista resultó herido mientras manejaba el equipo utilizado para la fabricación de explosivos.