El acuerdo en torno a la consulta sobre la independencia de Escocia provocó diversas reacciones en la prensa hispana, que no sabía cómo decir que el asunto no les gusta nada. Unos medios lo hacían a la manera tradicional -«es distinto»- y otros de modo supuestamente original, aunque en lo sustancial venían a decir lo mismo.

«El País» titulaba en primera «Escocia pacta un referéndum sobre su independencia con Reino Unido», y en su editorial aseguraba que el líder nacionalista escocés, Alex Salmond, «defiende un independentismo tranquilo, basado, más que en reivindicaciones históricas, en una diferencia en los modelos de política social, facilitada por el contraste con los recortes de Cameron». Pues a quien propone ese «independentismo tranquilo», con argumentos similares, por estas latitudes, en «El País» lo suelen poner a caldo.

«El Mundo», en cambio, pretendía dejar algo bien claro en su editorial: «Cataluña y Escocia, casos muy distintos». Ya, y Escocia y Eslovaquia, y Eslovaquia y Quebec... Al final va a resultar que los únicos distintos son Catalunya y Euskal Herria. Aseguraba, asimismo, que «hay importantes e insalvables diferencias entre uno y otro caso» y, al revés que «El País» aducía argumentos históricos a favor de la independencia escocesa. El segundo argumento, decía, «es obvio: el Reino Unido carece de Constitución, mientras que los artículos 1 y 2 de la española establecen que `la soberanía nacional reside en el pueblo español' y que la nación es `indisoluble' e `indivisible'». Ya, eso es lo que dice la Constitución española, pero no las leyes de la Física. Después, en su Termómetro electoral, asignaba a Maribi Ugarteburu una flecha... ¿Se imaginan hacia dónde? Efectivamente, y un breve texto: «Siguen obsesionados con la independencia en Bildu. El referéndum de Escocia, nueva referencia». A Antonio Basagoiti, en cambio, le daba una flecha hacia arriba porque «Alerta del peligro que corren las pensiones de los vascos en un Estado independiente». Y eso que las y los pensionistas vascos serán quienes más han cotizado a la caja única que tanto le gusta a Basagoiti.

«La Razón», por su parte, destacaba las palabras del primer ministro británico: «Cameron: `No permitiré que se rompa Reino Unido'», bajo el epígrafe «El desafío escocés». Es su forma de entender la democracia. Quien no está de acuerdo con su forma de ver el mundo está planteando «desafíos», «ofensivas»...