Hallan muerta con signos de violencia a una anciana en su domicilio de Donostia
La Ertzaintza, que ha abierto una investigación para aclarar la muerte de la mujer de 93 años edad, baraja la hipótesis del robo. El cuerpo presentaba signos de violencia y fue encontrado la noche del miércoles en su casa de la capital guipuzcoana por la mujer que la cuidaba.
GARA | DONOSTIA
La Ertzaintza abrió ayer una investigación para aclarar la muerte de una mujer de 93 años cuyo cadáver fue encontrado el miércoles por la noche en su domicilio de Donostia con signos de violencia, según informó el Departamento de Interior.
El robo es una de las hipótesis que baraja la Ertzaintza en la investigación de la muerte de esta mujer, cuyo cuerpo fue hallado por su cuidadora poco antes de las 23.00 en el propio domicilio de la anciana, ubicado en la calle San Martín, en el centro de la ciudad.
La empleada alertó a los servicios de emergencia, tras lo cual la Ertzaintza acudió al lugar y se hizo cargo de la investigación. El cuerpo fue trasladado al Servicio Anatómico Forense de la capital guipuzcoana para su estudio.
La víctima contaba con el servicio de teleasistencia que facilita la Diputación de Gipuzkoa a las personas mayores que viven solas, según informó Efe.
La llegada de cuatro dotaciones de la Ertzaintza al lugar de los hechos despertó sobre la medianoche a varios vecinos de la fallecida, quienes explicaron que hasta ese momento no se habían percatado de que pudiera suceder nada extraño en dicho domicilio.
«Era un mujer mayor. Días atrás no he oído nada. Ningún ruido extraño. La conocía, y tenía buen trato con ella, pero poco más porque hoy en día, cada uno en su casa», señaló a Efe un hombre que vive «puerta con puerta» con la fallecida.
Este testigo calculó que la anciana llevaría domiciliada en el inmueble algo menos de diez años, cuando se trasladó a vivir con un hermano que luego falleció, por lo que quedó sola en el piso, aunque tenía una empleada -fue quien encontró el cadáver-, que «le hacía la compra» y «solía dormir con ella».
La anciana disponía del servicio de teleasistencia que facilita la Diputación de Gipuzkoa a las personas mayores que viven solas, pero no pudo hacer uso del mismo.