El atunero vasco Izurdia, perteneciente a la compañía Atunsa de Bermeo, fue atacado la tarde del miércoles por un barco pirata a 350 millas de la costa de Somalia, agresión que rechazaron las fuerzas de seguridad a bordo del buque, según confirmaron fuentes de la Confederación Española de Pesca y del Ministerio de Agricultura. Los presuntos autores del ataque fueron detenidos por una fragata de la Armada holandesa.

El ataque procedió de un esquife con siete tripulantes a bordo, si bien los agentes de seguridad embarcados aplicaron el protocolo disuasorio en caso de ataque, con lo que consiguieron rechazar a los piratas y continuar su trayecto a Seychelles sin más incidencias.

Tras recibir la alerta, la fragata holandesa Hr.Ms. Rotterdam, que ejerce de buque insignia de la misión de lucha contra la piratería de la OTAN con 350 militares a bordo, desplegó un helicóptero Cougar al lugar, que disparó varias ráfagas y posteriormente militares holandeses abordaron el esquife y detuvieron a los siete presuntos piratas.

Preocupación

Representantes de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (Anabac) aseguraron que el último ataque contra un atunero vasco en aguas de Somalia demuestra que «el problema de la piratería subsiste» y que, «posiblemente, se seguirán produciendo este tipo de incidentes».

Respecto a este último ataque, Juan Pablo Rodríguez Sahagún, gerente de Anabac, manifestó que gracias al servicio de seguridad el suceso quedó «en un mera incidencia». Sobre la situación que la amenaza de los ataques piratas genera a bordo de los atuneros, afirmó que «la gente está tranquila».

«La protección a bordo ha funcionado, pero es un tema que parecía resuelto, porque no sale en prensa. Y el ataque ha dejado de manifiesto que el problema no está resuelto», afirmó.