La propuesta del mediador internacional en el conflicto sirio, Lakhdar Brahimi, para declarar una tregua a finales de este mes ha sido acogida con cautela por las partes enfrentadas. Damsco afirmó que estaba dispuesto a discutir la idea del cese el fuego a condición de que los insurgentes lo respetaran. A su vez, los rebeldes armados exigen que el régimen ponga fin primero a los bombardeos sobre sus posiciones.

La Liga Árabe dio su respaldo a la tregua y el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, afirmó que «en principio, consideramos que la instauración de un cese el fuego durante el periodo del Aid al Adha sería útil».

Pero la tensión entre Turquía y Siria continúa. La artillería turca respondió de nuevo, con un disparo de mortero, a la caída en su territorio de un obús sirio, a tres metros de la frontera, que no causó daños.

Precisamente Lakhmar Brahimi, que continúa la gira por países relacionados con el conflicto, advirtió de que «esta crisis no va a permanecer confinada indefinidamente al territorio sirio. O se arregla o se agravará, desbordará y pondrá la región a fuego y sangre».

El PKK advierte

Por otra parte, en una entrevista en el diario suizo «Le Temps», el jefe ejecutivo del PKK Murat Karayilan anunció represalias si el Ejército turco ataca a los kurdos en territorio sirio. «El PKK es solidario con las aspiraciones de todos los kurdos y ofrecemos nuestro apoyo a los kurdos sirios. Si el Ejército turco les ataca o a las instituciones que han elegido, llevaremos a cabo represalias muy violentas sobre territorio turco», afirma Murat Karayilan.

Otro ejemplo del desbordamiento del conflicto se encuentra en Líbano. En las ciudades sirias próximas a las fronteras los enfrentamientos son casi diarios entre combatientes próximos a Hizbulah e insurgentes sirios.