EIBAR 1

ARROYO 0

Ocho años después de aquella involvidable eliminatoria frente al Real Madrid, el Eibar volverá a enfrentarse a un grande. Tras ocho largas temporadas de sinsabores coperos, el equipo azulgrana superó el maratón que supone el torneo para los equipos modestos y se cruzará en 1/16 de final con uno de los siete conjuntos de Primera que disputa competiciones europeas.

Como sucede con las mejores recompensas, el primer alegrón de una temporada que el club espera concluir con uno aún mayor se hizo desear. 110 minutos, intensísimos minutos, necesitó el Eibar para anotar el gol de la victoria ante un Arroyo que, como ya había advertido Gaizka Garitano la víspera, no tuvo nada que ver con la perita en dulce que se presupone cuando se habla de un equipo recién ascendido. Pero es que el conjunto extremeño es tan debutante en la categoría como experimentados son muchos de sus jugadores. Como los armeros tampoco ocupan posiciones de play-off por casualidad, a lo que hay que añadir la motivación que ofrecía el premio, Ipurua acogió un duelo tan intenso como espectacular, tan disputado como emocionante.

La grada lo vivió con nervios, porque no fueron pocas las fases del choque en las que el Arroyo pareció estar más cerca de la victoria. Pero conforme avanzaron los minutos, el Eibar se vio más entero. O su rival se mostró más contemporizador, quién sabe, pero lo cierto es que según se aproximó el noventa, el dominio y las ocasiones corrieron con más claridad del lado local.

Pero no hubo puntería. Y llegó la prórroga. Y entró Jito. Y explotó Ipurua. El catalán solo necesitó seis minutos sobre el césped para recibir una asistencia de David Mainz y superar la salida de Saavedra. Eibar fue una fiesta. Volverá a serlo el próximo 28 de octubre.