En el canal Xplora, emiten todas las noches de los días de labor en la entrada del horario de máxima audiencia un serial de programas que llevan el desafortunado título de «Cuerpos embarazosos», y es un producto británico dedicado a la divulgación médica, o al menos que nos muestra algunas enfermedades raras o rarísimas, pero en el apartado específico de que producen en sus afectados alteraciones de sus cuerpos de tal entidad que los sumen en depresiones, miedos y obsesiones que llevan a taparse, a no poder hacer vida social y hasta a aislarse en sus casas por el complejo que les acompaña por la expresión externa de sus dolencias.

Es un programa muy dinámico, con una narrativa muy fragmentada, ya que en el montaje final se van viendo los pasajes de cada historia, su primera llegada a los doctores generalistas que les atienden, la visualización de sus cuerpos maltratados, que en ocasiones crean repulsión, su derivación a los especialistas, imágenes de quirófanos si así es necesario, y la cobertura de su evolución a los meses de la primera visita. Es decir, es un completo seguimiento de cada caso. En otra de las secciones del programa van con un autobús recorriendo diversas ciudades, playas, lugares de aglomeración, para buscar posibles pacientes. Teniendo una clara vocación divulgativa, se presenta como un espectáculo televisivo de muchas fuerza visual, populista y, por lo que se va viendo entrega tras entrega, las derivaciones son, en su inmensa mayoría, hacía clínicas privadas, donde parece que están los adelantos técnicos más novedosos. Publicidad subliminal.

Imágenes impactantes, no se ocultan los genitales de los pacientes que llegan con casos realmente sorprendentes, pero todos definibles, con nombre para su diagnóstico, tratamiento y la incorporación para los asuntos cutáneos o dermatológicos, por ejemplo de los rayos láser de última generación, y para combatir tumores adiposos, cirugías invasivas de las que vemos parte de las mismas en las partes más morbosas. Tiene un formato impactante, los dos médicos de cabecera, hombre y mujer tienen, además de conocimientos, carisma telegénico. No apto para hipocondríacos.