ZIENTZIA | IKERKA
La importancia del comportamiento de uno mismo en el conjunto global
Licenciada en Ingeniería (especialidad de Matemática Aplicada) por la Universidad de Lovaina y doctora en Economía, se incorporó a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV en 2008, tras 15 años de experiencia académica. Ahora también es investigadora de Ikerbasque.
GARA
Annick LARUELLE Economista experta enTeoría de juegos y Elección Social.
En el desayuno científico de Ikerbasque -la Fundación Vasca para la Ciencia- celebrado el lúnes, la economista Annick Laruelle trató numerosos temas de actualidad como la influencia de las encuestas electorales o la crisis económica mundial. Es experta en Teoría de Juegos y Elección Social, dos áreas de la Matemática Aplicada que se utilizan en diversas disciplinas científicas,
La Elección Social se centra en el estudio de la toma de decisiones colectivas, y una de sus aplicaciones es el estudio del comportamiento del electorado, los parlamentos o los órganos de gobierno. A este respecto Laruelle, señaló que «estamos experimentando un nuevo sistema para realizar encuestas electorales en el que no solo se pregunte al ciudadano a qué partido político va a confiar su voto, sino que también tengan la opción de opinar acerca de lo que les gusta y lo que no de cada programa». Según la economista, con este sistema se tendría una imagen más precisa de lo que reclama la población a las distintas formaciones.
Laruelle explicó también la Teoría de Juegos, especialidad económica por la que fueron galardonados la semana pasada con el Nobel de Economía los norteamericanos Alvon Roth y Lloyd Shaple y que estudia la toma de decisiones entre agentes racionales y su mediatización común.
Annick Laruelle explicó las diversas aplicaciones de esta teoría en Economía, Sociología o Biología y la aplicó a la crisis económica mundial, señalando que «las acciones individuales pueden influir en la macroeconomía, ya que la economía es el resultado de las acciones de cada individuo».
Responsabilidad de cada uno
Laruelle explicó que «al no defraudar individualmente, sería probable que la corrupción no apareciese a nivel global». Además, reflexionó sobre la conveniencia de que la educación y la sanidad sean bienes públicos: «Si un bien se presenta a un precio nulo, se tiende a consumir mucho. Si no se paga nada para acudir a la consulta, la tendencia será ir más a menudo. Se trata de un principio económico básico. Por eso, no podría ser un mal incentivo hacer pagar una cantidad pequeña a los ciudadanos, por lo que serían más conscientes de su precio, lo que les llevaría a consumir de manera distinta», concluye.