Se ha hablado mucho de que el privilegio de estar clasificado para esta liguilla de cuartos, el debutar con cierto margen de error, suaviza bastante la presión de los cuatro cabezas de serie a la hora de afrontar ese siempre tan complicado partido del debut. Sin embargo, el vigente subcampeón de la especialidad, Juan Martínez de Irujo, sigue sin poder quitarse de encima las dudas habituales en los días previos a entrar en competición, más aún si se trata de una competición a la que sigue sin tomarle el gusto.

«Es la modalidad que menos me gusta, las fuerzas se igualan mucho estando ahí la raya del cuatro y medio. Pero es igual, hay que jugar, hay que estar ahí y hay que ganar», señaló tras la elección de ayer en el Astelena eibartarra.

El pelotari de Ibero reconoce que el entrar directamente a la liguilla le resta algo de dramatismo a ese partido del debut, pero se lo tomará como si de una eliminatoria directa se tratara. «No es lo mismo que jugártela a un partido, pero el margen de error es el mismo para todos y es mucho mejor empezar ganando. Si sacas un punto, ganando el fin de semana siguiente podrías estar prácticamente clasificado. Vamos a jugar como si perdiendo nos fuéramos a casa», señaló.

Superado el proceso de apendicitis que le impidió participar en la feria de San Mateo, el delantero de Aspe dice haber tenido el suficiente tiempo para preparar su participación en la jaula y por ese lado dice encontrarse en buen momento. «Hasta esta última semana le he metido mucha caña al entrenamiento, y esta última un poco más descanso. Tuve el problema del apendicitis, estando prácticamente quince días sin poder entrenar pero no hay ninguna excusa, las manos no me duelen, no tengo ninguna molestia, así que contento».

No obstante, sí que siente esa incertidumbre de corroborar esas sensaciones sobre la cancha y en competición. «Ya veremos cómo estoy. En el mano a mano estaba como nunca, pero luego en la cancha no estaba al nivel que entrenaba y a ver lo que pasa. Estoy bien pero el domingo lo veremos realmente, cuando te pones el pantalón blanco sabes el nivel que tienes», señaló Irujo.

Objetivo, la final

De todos modos, el delantero de Ibero tiene muy claro su objetivo, que no es otro que la final, aunque no está tan seguro de cuándo se disputará. «El objetivo es estar el 2 de diciembre en Bilbo, aunque no creo que se juegue la final el 2 de diciembre», señaló con ironía.

En cuanto al rival en su primer partido, el pelotari de Aspe destacó que su compañero de empresa llegará reforzado moralmente tras su victoria en el primer partido. «Julen vendrá reforzado al partido del domingo. Ganó a Saralegi tras ir por detrás en el marcador y eso te da mucha moral. Julen puede que juegue más cómodo a bote, pero el domingo seguro que jugará más agresivo, una vez olvidados los nervios del debut. De todos modos yo me tengo que centrar en mi juego».

A este respecto, el iruindarra señaló que nunca prepara ninguna táctica previa al partido, pero entiende que no es momento de hacer experimentos, aunque no renuncie a entrar de aire cuando tenga ocasión.

«¿Si se le puede ganar a Juan? Por supuesto, si no no vendría a jugar el domingo. Claro que está difícil, pero puede tener una mala tarde, yo jugar bien y que el ande de recadista. Eso no se sabe, la pelota es redonda y todo el mundo juega a pelota», señaló Julen Retegi, que tampoco renuncia ni a la final ni a calarse la txapela.