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Brahimi duda de que Damasco y la insurgencia respeten la tregua

El mediador para Siria, Lakhdar Brahimi, asegura que tanto Damasco como «la mayoría» de los jefes militares insurgentes aceptan el cese el fuego que ha propuesto a partir de mañana, pero él mismo dudaba de que vayan a aplicarlo. Nuevos ataques y la desconfianza entre las partes fomentan el escepticismo. Damasco dará hoy su respuesta definitiva. Mientras, en Líbano el Ejército calma las calles y Occidente presiona para forzar un cambio de Gobierno.

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GARA | DAMASCO

Ni siquiera el mediador internacional para el conflicto sirio, Lakhdar Brahimi, está seguro de que el cese el fuego que ha propuesto para la fiesta musulmana del Aid al Adha (Fiesta del Cordero), a partir de mañana vaya a llevarse a cabo. Ante el Consejo de Seguridad de la ONU afirmó que «supondría un pequeño paso» para abrir el diálogo político y mejorar el acceso humanitario. pero la desconfianza en los bandos enfrentados es tal que añadió que «no puedo estar seguro de que vaya a producirse» .

Aunque el mediador aseguró haber obtenido el acuerdo del régimen sirio -que lo haría público en un comunicado hoy- y de la «mayoría« de los jefes rebeldes, ambas partes matizaron su posición. El régimen dijo que aún no ha adoptado su decisión final y los insurgentes del ELS indicaron que no acatarían la tregua si el Ejército no cesaba primero las hostilidades.

«En caso de que la iniciativa tenga éxito, podría ponerse en marcha un cese el fuego de más amplia duración y lanzar un proceso político», señaló Brahimi. Aunque Brahimi insistió ante el Consejo de Seguridad de la ONU en que Damasco ya ha aceptado, el ministerio sirio de Asuntos Exteriores afirmó que la decisión final se tomaría hoy. «La dirección del Ejército estudia parar las operaciones militares durante el Adha y la decisión final se adoptará mañana (por hoy)», indicó en un breve comunicado.

La insurgencia no es unánime

Un portavoz de la brigada Mustafa del ELS, explicitaba este escepticismo preguntándose «¿qué tregua es posible cuando las masacres se suceden y los mártires cuentan por centenares?».

Además, los grupos insurgentes combatientes actúan con gran descoordinación, muchos lo hacen por su cuenta y, además de los que se encuadran en el ELS, existen multitud de grupos islamistas al margen. Entre ellos se encuentra el grupo Frente Al-Nosra, que ha reivindicado varios atentados contra el Gobierno sirio y ayer dejó claro en un comunicado que no aceptará la tregua. «No hay tregua entre nosotros y este régimen que hace derramar la sangre de los musulmanes», afirmó este grupo, que desconfía de las intenciones de Bashar al Assad. «Nosotros, si Dios quiere, no estamos entre los que dan una oportunidad a los conspiradores para engañarnos», añadió.

En cuanto a Brahimi, el Frente al Nusra criticó su labor, alegando que desde que asumió la mediación en Siria «han pasado los días sin que nadie percibiera su función».

Los hechos mostraron claramente la dificultad de materializar el alto el fuego. Al menos seis personas murieron en la explosión de un coche bomba en un barrio al sur de Damasco, según indicó la televisión oficial siria. «La explosión terrorista de un coche bomba en el barrio de Daf al-Shoq ha causado seis muertos y veinte heridos y ha provocado daños materiales», precisó la televisión.

El grupo opositor Observatorio de Derechos Humanos (OSDH) elevó a ocho el número de muertos y señaló que el objetivo del atentado era un autobús de civiles. Añadió que antes y después del atentado se produjeron enfrentamientos armados.

Además, veinte cadáveres, de los que cuatro eran de niños y mujeres, fueron hallados acuchillados en la localidad de Duma. Insurgentes y el régimen se acusaron mutuamente de haber matado a estas personas.

La ONU respalda

En cualquier caso, la ONU reclamó a las partes que respeten la tregua. El Consejo de Seguridad expresó su apoyo a la iniciativa de Brahimi y pidió «a todas las partes y en particular al Gobierno sirio que respondan positivamente»

En una declaración adoptada por unanimidad, los 15 miembros del Consejo apelaron también a «todos los actores regionales e internacionales a usar su influencia para facilitar la aplicación» de está tregua.

Entre estos actores, Argelia y Egipto apoyaron la tregua y, en un comunicado conjunto, pidieron «una nueva página en Siria basada en un diálogo nacional».

Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, dijo tras la reunión del Consejo tener «indicios» que apuntan a que el régimen sirio aceptará el alto el fuego. Churkin declaró ante la prensa antes de entrar a la reunión que Rusia respalda la tregua que entraría en vigor esta semana, toda vez que se trata de una oportunidad para avanzar hacia la resolución del conflicto.

El embajador chino Li Baodong también respaldó el alto el fuego y los esfuerzos del mediador internacional para Siria. «Creo que es importante para todas las partes que entiendan la importancia de la paz y la estabilidad», añadió.

Brahimi insistió en que necesita un apoyo «fuerte y unánime» de los países que forman el Consejo de Seguridad. Su predecesor en el cargo de enviado para Siria, Kofi Annan, abandonó el puesto entre otras razones por las profundas divisiones de los países del Consejo.

Líbano, el Ejército en la calle

A juicio del actual mediador, un nuevo fracaso del Consejo supondría «una escalada de violencia y la extensión» del conflicto a países vecinos, haciendo referencia a los recientes intercambios de disparos entre Siria y Turquía. En la última semana la guerra siria se ha desbordado hacia Líbano, donde el jefe de los servicios de inteligencia de la Policía, Wissam al Hassan, murió en un atentado, y posteriormente hasta once personas han fallecido en enfrentamientos entre los partidarios de Bashar al Assad y los de los insurgentes.

El dispositivo de seguridad del Ejército ha conseguido devolver la calma a las calles de Beirut y Trípoli. En esta ciudad, las tropas patrullaban en la calle que separa los barrios rivales de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, y de Yabal Mohsen, con predominio alauí (chií), y que precisamente se llama calle Siria.

Las fuerzas armadas también instalaron controles en las principales arterias y rotondas de Trípoli, donde inspeccionan los vehículos y detienen a sospechosos.

Reconstruido tras la guerra civil, el Ejército libanés es uno de los pilares que dan estabilidad al Estado y cumple más la función de una fuerza de mantenimiento de la paz que un instrumento ofensivo. En tiempos de crisis apoya a las fuerzas policiales, pero las lecciones de la guerra civil lo mantienen al margen de las luchas confesionales.

Occidente quiere otro gobierno

Mientras, las potencias occidentales presionan a Líbano para forzar un cambio de Gobierno. La portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, afirmó que «la inestabilidad exportada desde Siria amenaza más que nunca la seguridad de Líbano y depende realmente de los libaneses elegir un gobierno que pueda pueda frenar esta amenaza» y mostró su apoyo al presidente libanés, Michel Suleiman , quien ha iniciado los contactos para construir un nuevo gobierno.

Tanto Washington como la UE subrayaron que quieren evitar un vacío político que ocasione una mayor desestabilización, pero su intención es expulsar a Hizbulah del Ejecutivo donde ahora tiene la hegemonía.

Tras un encuentro con Suleiman, la embajadora de EEUU en Beirut insistió sobre los peligros de un vacío político, que también expresó la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.

Suleiman pretende asegurar la formación del nuevo Gobierno antes de aceptar al dimisión del primer ministro, Najib Mikati, como reclama la oposición para evitar el vacío de poder.

Los opositores, dirigidos por Saad Hariri, acusan al Ejecutivo de encubrir el atentado de Hasan y afirman que «la dimisión del Gobierno es una condición previa y esencial» antes de cualquier discusión para formar un nuevo Ejecutivo. Los partidos que forman el Gobierno, incluido Hizbulah, se han mostrado favorables al diálogo propuesto por Suleiman, pero rechazaron la «paralización de las instituciones» que observan en la propuesta de la oposición.

Sudán acusa a Israel de un bombardeo

El ministro sudanés de Información, Ahmed Bilal Ozman, denunció que cuatro aviones militares israelíes bombardearon en la madrugada de ayer una fábrica de armas en el sur de Jartum, en un ataque en el que murieron dos personas. Bilal Ozman aseguró que los proyectiles destrozaron parcialmente el complejo industrial militar y que uno de los depósitos de armas quedó totalmente destruido. Añadió que los aviones entraron por el este de Sudán y que el número de serie de los proyectiles lanzados y otros detalles prueban que son israelíes. «El Estado sudanés se reserva el derecho de responder en el momento y el lugar adecuados», advirtió el ministro. El portavoz de la Fuerzas Armadas sudanesas, Al Sawarmi Saad Jaled, no descartó que haya infiltrados. Portavoces del Gobierno israelí declinaron comentar las acusaciones sudanesas. El Gobierno sudanés ha acusado a Israel de otros ataques, como el ocurrido la explosión de un coche en la ciudad de Port Sudan, el pasado mayo o otros dos similar el año pasado y en 2009. En estos casos Israel tampoco admitió o negó su implicación. GARA

misiles

El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas, el general Nikolai Makarov, afirmó ayer que los insurgentes sirios utilizan lanzamisiles de diversas procedencias, entre ellos los Stinger de fabricación estadounidense.

Tribunal especial

El Tribunal Especial para Líbano confirmó su legitimidad para juzgar a los miembros de Hizbulah acusados del atentado en 2005 contra el exprimer ministro Rafic Hariri, rechazando así el recurso de la defensa, que aseguraba que tribunal viola la soberanía libanesa.

onu

Los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron por unanimidad un comunicado que respalda los esfuerzos de Lakhdar Brahimi, para lograr un alto el fuego.

Decenas de cohetes responden desde Gaza al ataque israelí

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió ayer de que si continúa el lanzamiento de cohetes desde la Franja de Gaza Israel emprenderá «una acción más amplia» después de que los bombardeos realizados desde ayer hayan matado a cuatro milicianos palestinos. «Nosotros no escogimos ni iniciamos esta escalada pero si continúa estamos preparados para un acción mucho más amplia y profunda», amenazó Netanyahu a través de su cuenta de Twitter.

Además, el presidente israelí, Simon Peres, advirtió a la responsable de la diplomacia europea, Catherine Ashton de que endurecerá su reacción. «Estamos actuando con contención pero también nuestra contención tiene límites», advirtió Peres en un mensaje idéntico al que le había transmitido poco antes a Ashton el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman. Ashton inició ayer su visita a la zona y se entrevistó en Jerusalén con Lieberman, Netanyahu y el Peres.

Las milicias de Gaza respondieron con decenas de cohetes a las operaciones israelíes. Según el Ejército israelí, más de 73 cohetes cayeron desde la noche del martes en el sur de Israel hiriendo a tres inmigrantes tailandeses que trabajaban en una granja. Israel acusó a Hamas y, a su vez, continuó con los bombardeos. Las brigadas Ezzedin al Qasam, vinculadas a Hamas, y los Comités de Resistencia Popular afirmaron que se trató de una operación conjunta para vengar la muerte de los combatientes. Hamas responsabilizó a Israel de esta escalada y le advirtió de sus consecuencias, asegurando que trata de hacer perder la alegría a los palestinos tras la visita histórica del emir de Qatar. GARA

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