SAN MAMÉS | DERROTA ROJIBLANCA
El Getafe pincha el salvavidas
El Athletic encaja su tercera derrota consecutiva y se mantiene anclado a la parte baja de la clasificación. El Getafe se llevó los tres puntos en un partido del que ni siquiera se salvó la imagen de los rojiblancos, muy por debajo de la ofrecida en las citas previas.
ATHLETIC 1
GETAFE 2
Amaia U. LASAGABASTER
El Athletic es un náufrago a la deriva, braceando desesperado sin un triste barril al que aferrarse. Salvó un par de tablones en Mestalla, con una imagen muy mejorada respecto a compromisos anteriores y el resultado final muy mediatizado por la expulsión de Ander Herrera. Y otro tanto sucedió en Lyon, donde una recta final de infausto desenlace no pudo con el flotador que ofrecía una línea de juego evidentemente ascendente.
Pero ese salvavidas en el que habían resguardado sus esperanzas los rojiblancos estos últimos días se lo tragaron las gélidas aguas de una tarde que ya es noche. Lo pinchó el Getafe, aunque en realidad fuera el propio Athletic el que agujereó la goma. En un regreso a casa que se esperaba con ilusión, al menos la que cabe esperar en la actual situación, el equipo de Marcelo Bielsa firmó un encuentro lamentable. Solo los braceos desesperados del que se sabe cercano al desastre le permitieron recuperar cierta esperanza en la recta final, en la que incluso maquilló el marcador. Pero su destino ya estaba sellado y el salvavidas se lo llevó el Getafe.
Justo castigo para un equipo que solo pareció en condiciones de llegar a la orilla con vida en los cinco primeros minutos. Con Muniain, tal y como había confirmado su técnico la víspera, acompañando a Iturraspe y De Marcos en el centro del campo, e Ibai de vuelta, fueron precisamente estos dos jugadores los encargados de alimentar las esperanzas nada más comenzar el choque, con una conducción y asistencia del navarro, y un duro remate del vizcaino, que Moyá atajó con problemas.
Pero casi de inmediato apareció la vía de agua que se reprodujo sin fin a lo largo del encuentro y que, de hecho, acabó provocando el naufragio bilbaino. No hubo una sola acción a balón parado del Getafe, absolutamente ninguna, que no remataran los hombres de Luis García, ante la inoperancia de su anfitrión. Y el infortunio quiso, además, que la primera bastara para poner la tarde cuesta arriba. Botó la falta, como siempre, Pedro León, y remató a gol, completamente solo, Juan Rodríguez, para anotar el 0-1.
Escasa reacción
Empezó a boquear el Athletic, incapaz de coordinar sus brazadas. La defensa sufría con los zarpazos del Getafe -pocos pero peligrosos, a la contra o, sobre todo, en estrategia-, el centro del campo apenas daba señales de vida con Iturraspe a kilómetros de sus compañeros, y al ataque le faltaba definición para dar vida a los balones que se acercaban al área madrileña.
Los arrebatos de Muniain -que puede no estar en su mejor momento de forma, pero ayer pareció el único con casta y talento suficientes para cambiar el rumbo del encuentro-, un par de disparos de Ibai y un remate de Aduriz ejercieron de parches para que el flotador aguantara, con mala facha pero todavía con aire, hasta el descanso.
Que no se notó demasiado porque la segunda parte empezó igual. O casi, porque esta vez fue a la segunda. Un paradón de Iraizoz evitó primero que otra falta de Pedro León, rematada esta vez por Rafa, aumentase la desventaja. No hubo nada que hacer con el segundo intento visitante. Un saque de banda al área, peinado por Juan Rodríguez para que Álvaro le robara la cartera con total descaro a Mikel San José, firmando el 0-2.
Tocaba revolución. En el banquillo, con la entrada de Llorente por Iturraspe -aunque el movimiento masivo de jugadores hizo que el dibujo no variase-y, posteriormente, Isma López. Y en el césped, con la rabia de los futbolistas. Que no fue suficiente para remontar el marcador, ni siquiera para que mejorase el juego, pero sí al menos para morir con la cabeza más alta. Y con algunas ocasiones que añadir al cuaderno de estadísticas. Como el cabezazo de Llorente que se estrelló en el larguero o, sobre la bocina, el remate de San José que sí entró en la portería. Demasiado tarde. Al Athletic ya solo le quedaba un océano de desesperanza alrededor.
Buscaban los rojiblancos refrendo en el marcador a la tendencia al alza que venía marcando su juego y acabaron quedándose sin lo uno y sin lo otro en una tarde aciaga. Lo lamentaba especialmente Marcelo Bielsa, dolido porque su equipo no había sabido frenar a un rival sin excesivos recursos ofensivos y, paralelamente, tampoco había conseguido dar forma de puntos a su iniciativa.
«Haber recibido dos goles es demasiado en función del tipo de acciones que debimos enfrentar. El ataque de nuestro rival no era lo suficientemente difícil como para recibir dos goles y lo contrario, tuvimos demasiada posesión y situaciones como para solamente convertir uno», aseguró el técnico rojiblanco, pese a reconocer que «es verdad que no jugamos bien».
Lo cierto es que esos recursos ofensivos del Getafe, básicamente el balón parado, fueron suficientes para derrotar a los rojiblancos, que se mostraron muy inoperantes en ese apartado. Marcelo Bielsa prefirió reconocer las virtudes de su rival que cargar las tintas sobre sus jugadores. «Tienen un muy buen pateador -recordó- y las medidas que nosotros articulamos para neutralizar ese tipo de jugadas, que obviamente no son novedosas ni desconocidas, no fueron suficientes para que quedara un jugador totalmente libre para convertir el primer gol del partido». Un tono similar al que utilizó para analizar el segundo gol azulón, que llegaba de un saque de banda. «Siempre se produce producto de un desvío de la pelota que puede ser aprovechado por el equipo que ataca o por el equipo que defiende. Obviamente uno no puede señalar a la suerte como el desencadenante de la resolución de la jugada, pero es muy fina la diferencia entre anticiparse uno y ser anticipado en una jugada dentro del área, aunque con esto no quiero justificar haber recibido un gol como el que recibimos».
Claro que los problemas del equipo no se limitaron a las tareas defensivas. La creación también brilló por su ausencia, multiplicando la añoranza de Ander Herrera. A la que su técnico, evidentemente, tampoco quiso conceder trascendencia excesiva. «De acuerdo al trámite del juego -analizó-, necesitábamos finalizar ataques. Nunca la intervención de un jugador creativo, con pase final y elaboración se puede no considerar, pero nosotros teníamos en Muniain y en Aduriz que enlazaba, y en Susaeta que también lo hacía, y en Ibai, argumentos suficientes como para no extrañar el componente que Herrera le da al juego de nuestro equipo. Y tampoco puede uno justificar cada derrota, sobre todo cuando se suceden demasiadas, pensando que el que no está hubiera resuelto lo que no pudimos resolver los que sí estuvimos».
Efectivamente, las derrotas son numerosas y la situación clasificatoria, desazonadora. «Estamos en una zona complicada y esa posición no se corresponde con los recursos que tiene el equipo, en capital humano, en futbolistas y en dimensión institucional», lamentó Bielsa.
«Es una situación mala -coincide Andoni Iraola-. Verte ahí abajo después de ocho jornadas es algo que no quiere nadie. Y cada jornada que pasa es más difícil salir. Pero no nos queda otra que mejorar y tratar de que lleguen los puntos cuanto antes». Reconocía el usurbildarra que tras haber experimentado «una mejoría en el juego desde el partido de Osasuna», el equipo dio ayer «un paso atrás. Sobre todo a raíz de ponernos por detrás. A ellos se les ha puesto más cómodo el partido, en estrategia hemos sufrido mucho y tampoco hemos estado claros para atacar», lamentó.
«No hemos estado bien -corroboró Aritz Aduriz-, no hemos sabido seguir con la línea ascendente de juego. Hemos salido frescos de mente, con muchas ganas de ganar, jugando en casa... Incomprensiblemente no lo hemos hecho, y además no hemos estado nada bien. Hay que agachar la cabeza, trabajar y estar más unidos que nunca para darle la vuelta a la situación». GARA
El infortunio rojiblanco no se limitó al marcador. En la jugada del primer gol visitante, Carlos Gurpegi quedó tendido en el suelo entre evidentes signos de dolor y acabó siendo sustituído por Mikel San José. El club informó posteriormente de que sufre un esguince en su tobillo izquierdo. Aunque hoy se le realizarán pruebas complementarias, su concurso en la cita copera del jueves parece complicada.
Los jugadores del Athletic saltaron al campo con camisetas en las que se podía ver el dorsal y el nombre de Iñigo Ruiz de Galarreta, que la semana pasada sufría la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda.
La plantilla rojiblanca regresa hoy a Lezama (10.30) en otra semana sin respiro. El debut copero llevará al Athletic a Ipurua el próximo jueves (12.00).