Un desahucio en Galdakao termina con uno de los propietarios hospitalizado
La Ertzaintza desalojó ayer a una familia de su domicilio en Galdakao por impago de la hipoteca; tras el desahucio, uno de los propietarios fue hospitalizado. Los afectados tienen dos viviendas que rehipotecaron para hacer frente a las deudas de su empresa de transporte.
GARA | GALDAKAO
José Luis Castaño, vecino de Galdakao, fue trasladado al hospital con una crisis de ansiedad después de ser desahuciado de su vivienda en la calle Aranzelai Bidea de la localidad vizcaina donde vivía con su esposa y sus dos hijos de 7 y 11 años.
Una ambulancia llevó a Castaño al hospital de Galdakao después de recibir la orden de desalojo por impago de la hipoteca tras haber rehipotecado sus dos viviendas para pagar las deudas que tenía la empresa de la que eran propietarios, según informaron posteriormente los propios afectados.
Una veintena de personas aguardaba en la puerta del domicilio en protesta por el desahucio de la familia vizcaina, por lo que la Ertzaintza abrió un cordón de seguridad para que la delegación judicial pudiera hacer entrega de la notificación de desalojo a los afectados.
La Ertzaintza ha abierto diligencias a dos de las personas concentradas acusadas de insultar a los agentes, con quienes hubo algún forcejeo, apunatron fuentes del Departamento del Interior de Lakua.
Quiebra de la empresa
El colectivo Stop Desahucios Bizkaia informó a través de un comunicado la decisión de desvincularse de este caso, al asegurar que el matrimonio desahuciado «no se ajusta al perfil» de personas que ellos tratan de amparar. Una portavoz del colectivo comunicó que la familia desalojada tiene dos viviendas, con una deuda de 600.000 euros, por lo que no «se trata de afectados con una única casa y una situación económica desesperada».
Además, señalaron que en un primer momento los afectados no dieron todos los datos sobre su situación, con lo que la plataforma no pudo conocer desde el principio los detalles del caso.
En declaraciones ante los medios de comunicación, la esposa de Castaño explicó que su marido tiene una empresa de transporte con una flota de ocho camiones y de que en un primer momento su sueldo les daba para una vida desahogada.
Sin embargo, esta situación se revirtió y la pareja lo perdió todo, por lo que ha quedado una deuda pendiente de 600.000 euros con Kutxabank. «Al final no pudo ser, indemnizamos a los trabajadores y nos quedamos sin dinero para pagar nuestras hipotecas», explicó. Ahora, la familia se trasladará a casa de sus familiares cercanos.
Hoy se celebra en los Juzgados de Donostia una vista para revisar la solicitud de dación en pago presentada por un jubilado que reside en un local del que Kutxa ha iniciado un proceso de ejecución hipotecaria.