Pues sí que les ha escocido a algunas y algunos la irrupción de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz. Ha bastado que Laura Mintegi, en una entrevista, respondiera a una pregunta como lo haría cualquiera con un mínimo de sentido común para que en Madrid vuelvan a las andadas con las amenazas de ilegalización. El ministro de Interior y el fiscal general del Estado lanzaron el guante, y ayer los medios de extremo centro lo recogieron gustosos. Así, para «Abc», «Bildu pide hora en los tribunales». Según el hermano madrileño de «El Correo» y «Diario Vasco» el Gobierno del PP «debe promover la acción inmediata del Ministerio Público contra quienes se ponen del lado de los delincuentes, como lo ha hecho la cabecilla abertzale, Laura Mintegi, una marioneta controlada por Arnaldo Otegi y su círculo». Para servidora, quien haya escrito esta patochada deja claro su nivel. En fin... Pero además, los de Vocento se quejan porque «entretanto, y sin propósito de enmienda» EH Bildu «sigue a lo suyo, a tomar más y más poder tras los comicios del 21-0». Para aclararnos, con lo de «tomar más y más poder» se refiere a la reunión que representantes de la coalición mantuvieron el martes con el PNV. Vamos, lo que se suele hacer después de unas elecciones. Lo dicho, vaya nivel.

Aunque Alfonso Merlos, columnista de «La Razón», no le anda a la zaga. Vean sino lo que escribía ayer sobre este tema: «A la hora de extirpar el Mal, más vale tarde que nunca. Así que urge animar a los poderes públicos a que tengan lo que hay que tener y procedan como hay que proceder para sacar del Parlamento vasco a los enemigos de la libertad. Es indiscutible que les hemos permitido recoger las nueces como fruto maduro de la violencia. Y es inaceptable que hayamos tenido que llegar a este punto para caernos del guindo». Tener lo que hay que tener..., esa es la talla de los «analistas» del infraebro. Así les va. Y en el mismo diario, en páginas editoriales sostenían que la candidata de EH Bildu «ha cruzado una de las líneas rojas» y que, «por tanto, deberá atenerse a las consecuencias». Y luego se sorprenden por los resultados de las elecciones; son una máquina de fabricar independentistas. Hay que marcharse ya, por higiene democrática.