El PNV hizo público ayer el documento con el que pretende abordar la búsqueda de «acuerdos de país» con el resto de partidos. En función de las respuestas que reciba, entrará a la negociación de fórmulas de gobierno. El candidato jeltzale a lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró que no descarta ninguna posibilidad.

Urkullu compareció por la tarde para hacer una valoración de la ronda de contactos mantenida con las formaciones que consiguieron representación parlamentaria. El candidato y presidente del EBB dijo que hay una «base firme y suficiente» para llegar a acuerdos «de país» en el ámbito económico y social, en el de la paz y la convivencia y sobre el futuro del autogobierno.

El documento del PNV comienza proponiendo que todos los partidos con responsabilidad institucional se comprometan a no impedir la aprobación de presupuestos municipales, forales y autonómicos. Esto se traduciría en que cada formación podrá mostrar su disconformidad con los proyectos presentados, pero ni presentará ni apoyará enmiendas a la totalidad o aquellas parciales que «trastoquen la filosofía y contenido de los proyectos presentados por los correspondientes ejecutivos». Solo podrán presentarse y aprobarse enmiendas que busquen el acuerdo con el respectivo gobierno. Este pacto tendría vigencia en 2013.

El PNV propone también la búsqueda de lo que define como una «nueva política fiscal a favor de la actividad económica y el empleo» y en la «lucha contra el fraude en los territorios históricos».

La idea jeltzale es que una comisión de representantes de los partidos presente opciones de reforma del IRPF y los impuestos de Sociedades, Sucesiones y Donaciones. También recoge que, dada la previsión de que las Juntas Generales de Gipuzkoa aprueben un Impuesto de «grandes fortunas», las «formaciones políticas participantes del acuerdo se comprometen a observarlo y pactarlo en el Órgano de Coordinación Tributaria».

El PNV se compromete a que el Gobierno de Lakua, en coordinación con las diputaciones, intente ampliar la capacidad normativa del Concierto Econó- mico en materias tributarias todavía no asumidas.

El apartado económico y social de la propuesta del PNV se completa con un índice de medidas en el campo de «la reactivación económica y el empleo», así como de «la defensa y el sostenimiento de los servicios sociales».

Paz, convivencia y presos

El segundo acuerdo que propone el PNV es el referido a la «consolidación de la paz, a la humanización y a la reconciliación social tras décadas de un conflicto destructivo». Contempla sendos compromisos y objetivos en torno a los principios de la dignidad humana, el pluralismo y el uso del diálogo como método.

El esfuerzo de resumen del programa electoral realizado por el PNV para adaptarlo a esta propuesta al resto de partidos hace que este texto resulte más equilibrado en lo referido a la existencia de diversas violencias padecidas en Euskal Herria durante los últimos años, así como la existencia de una pluralidad de víctimas del conflicto.

La formación liderada por Iñigo Urkullu apuesta por dar continuidad a la Ponencia de Paz y Convivencia creada en el Parlamento de Gasteiz la pasada legislatura, aunque necesariamente renovada en su composición. Entre los trabajos que tendría, incluye «elaborar un dictamen con recomendaciones consensuadas sobre política penitenciaria».

En cuanto al Instituto de la Memoria y los Derechos Humanos, contempla que, entre otras funciones, elabore «una memoria de las vulneraciones de derechos humanos que incorpore diferentes periodos: guerra civil, dictadura, transición y democracia».

Ponencia de autogobierno

El propósito del PNV es que «a lo largo del primer semestre de 2013», es decir, cuando de hecho empiece a funcionar el Parlamento, se constituya una ponencia especial dedicada a elaborar una propuesta sobre el futuro del autogobierno vasco.

El documento dice textualmente que «una vez elaborada la iniciativa, cada grupo representado en la ponencia planteará la participación de dos juristas de reconocido prestigio de cara a analizar el documento presentado y poder elaborar un texto de aproximación a las materias concitadas. El trabajo de este grupo de expertos deberá estar concluido y sus conclusiones finalizadas y entregadas en el plazo máximo de un año».

Con «los puntos de aproximación alcanzados», la ponencia elaborará un texto articulado, lo que se entiende que sería una reforma del Estatuto, para su «posterior tramitación, aprobación y refrendo por parte de la sociedad vasca». Esto supondría que el refrendo se produciría antes de que el proyecto fuera remitido a las Cortes españolas.

El PNV queda ahora a la espera de recibir respuesta del resto de partidos a sus propuestas para abrir una fase de conversaciones sobre esta «agenda de país» y la búsqueda de las fórmulas de gobierno.