Varias bombas matan a 17 afganos mientras se invita a los talibanes a las presidenciales
GARA | KABUL
La explosión de una serie de bombas colocadas al borde de la carretera por los talibanes en el sur de Afganistán mató al menos a 17 civiles ayer, cuando la Comisión Electoral del país allanó el camino para la participación de los insurgentes islamistas en las próximas elecciones presidenciales de abril de 2014.
La jornada de ayer fue una de las peores del año para los civiles en Afganistán, donde la insurgencia talibán, en el poder entre 1996 y 2001, lucha contra el Gobierno del presidente Hamid Karzai, colocado al frente del país por EEUU y sus aliados, y contra las tropas extranjeras que ocupan el país desde hace once años.
Estos nuevos atentados coincidieron con la confirmación, por parte de la Comisión Electoral afgana, de la celebración de las próximas elecciones presidenciales el 5 de abril de 2014, unos meses antes de la salida de las fuerzas de la OTAN que mantienen a Karzai en el poder. El presidente está completando su segundo mandato y no puede, según la Constitución, presentarse a la reelección para un tercero, lo que plantea la espinosa cuestión de su sucesión.
El jefe de la Comisión Electoral afgana, Fazel Ahmad Manawi, dio a entender ayer que los grupos armados opuestos al Gobierno, en primer lugar los talibanes y en segundo lugar Hezb-e-Islami Gulbuddin Hekmatyar, uno de los principales líderes de la resistencia a la invasión soviética (1979-1989), podrán presentar candidatos para estas cruciales elecciones.
«Estamos dispuestos a abrir la vía a los grupos armados de la oposición, que son, por ejemplo, los talibanes o Hezb-e-Islami, para su participación en las elecciones como candidatos o electores», señaló Manawi. «No habrá ninguna discriminación», agregó.
Los talibanes no participaron en las elecciones presidenciales de 2009, marcadas por acusaciones de fraude, y atacaron los centros de votación, desalentando la participación de los votantes.
El anuncio de la Comisión Electoral estuvo marcado por una serie de explosiones de bombas colocadas en la carretera en dos inestables provincias del sur del país.
La explosión de una bomba en el primer distrito de Musa Qala, en Helmand, causó diez muertos, siete mujeres y tres niños. El estallido de una segunda bomba en la misma provincia mató a un hombre que viajaba en una motocicleta. Y una tercera bomba acabó con la vida de seis civiles que circulaban en un minibús en el distrito de Maruf, en la vecina provincia de Kandahar.
Según la ONU, más de 1.145 civiles perdieron la vida a causa del conflicto en Afganistán desde el comienzo de 2012.