Obama visita a las víctimas de Sandy y Romney vuelve a la campaña
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asumió ayer su papel de jefe del Estado al margen de la campaña, pero tratando de asegurar la imagen de líder firme al frente del país que puede reforzarle en su carrera presidencial. Su rival republicano, Mitt Romney, volvió a los actos electorales pero evitando atacar a Obama. Mientras, la costa este trata con lentitud de recuperar la normalidad.
GARA | WASHINGTON
Barack Obama llegó ayer a Atlantic City, en Nueva Jersey, uno de los estados más dañados por el huracán Sandy, que ha dejado entre 49 y 55 muertos según las estimaciones a su paso por la costa este de Estados Unidos. Después de haber inspeccionado los daños desde un helicóptero, junto al gobernador del Estado, Chris Christie, Obama, que suspendió la campaña hasta hoy, prometió a los damnificados que el Estado federal les apoyará a largo plazo.
En un refugio en Brigantine, no lejos de Atlantic City, aseguró que «no toleraremos ninguna burocracia. Vamos a hacer todo lo posible para que obtengan la ayuda lo más rápidamente posible». Añadió que la prioridad es ahora restablecer la corriente eléctrica.
Aunque el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó que «no es el momento de hacer política» y que Obama se concentraría sobre su tarea presidencial, a seis días de las elecciones el presidente es consciente del riesgo de permanecer inactivo ante el desastre y ofrecer la imagen de su predecesor, George W. Bush, con el Katrina.
Perfil bajo de Romney
Obama retomará hoy los actos electorales en Wisconsin, Colorado y Nevada, pero la gestión de la crisis resulta clave para su reelección y trata de asegurar la imagen de dirigente firme al timón del país. Un inesperado apoyo le llegó del propio gobernador de New Jersey, un republicano muy crítico con Obama, pero que ante el paso del huracán alabó la gestión «formidable» del presidente. Mientras tanto, Mitt Romney volvió a la campaña con un perfil bajo y evitando atacar a Obama con sus habituales fórmulas para descalificar al equipo demócrata. Romney intervino en Florida, uno de los estados donde se puede jugar el resultado electoral, y hoy se dirigirá a Virgina, pero no tiene previsto visitar los estados afectados por el huracán, aunque pidió la solidaridad de los estadounidenses.
El presidente demócrata mantiene una ligera ventaja sobre el candidato republicano en el estado de Ohio, uno de los tres claves, mientras que en Florida y Virgina la situación está en «punto muerto», según una encuesta citada por la cadena CNN. Según la encuesta de la Universidad Quinnipiac, el diario «The New York Times» y la cadena CBS News, Obama tiene una ventaja de aproximadamente cinco puntos en Ohio.
Solo tres pasajeros por coche
Mientras la tormenta se debilitaba sobre el oeste del estado de Pensilvania y se combinaba con una tormenta invernal, Nueva York trata recuperar la normalidad. El número de muertos en la ciudad se elevó a 26, aunque el alcalde, Michael Bloomberg, advirtió de que puede ser mayor.
La limitada apertura de dos aeropuertos, la bolsa de Wall Street y el servicio limitado del metro fueron los primeros pasos, pero la mitad de Manhattan seguía aún sin electricidad. En toda la costa oeste unos 6,5 millones de personas padecían el segundo día sin electricidad.
Los autobuses, gratuitos, circulaban casi con normalidad, pero la falta de servicio en el metro amenazaba con saturar de coches las calles. Por ello, el alcalde advirtió de que solo se autorizarían los que procedieran del este si transportaban al menos tres pasajeros.
Más de la mitad de las gasolineras permanecían cerradas y sin suministro de combustible. Bloomberg anunció que las escuelas seguirán cerradas, aunque el popular maratón de Nueva York tendrá lugar el domingo. También anunció para ese día el restablecimiento del servicio eléctrico.
Con este panorama, los neoyorquinos intentaron volver al trabajo, tomando los taxis al asalto y embotellando algunas avenidas. En el norte reabrieron tiendas, restaurantes y museos, pero el sur de la isla aún ofrecía una visión fantasmagórica de decenas rascacielos a oscuras. Sin tiendas, luz ni agua, muchos residentes han buscado alojamiento en otras zonas. Un tercer hospital tuvo que ser evacuado al fallar sus generadores.
La alerta decretada en la central nuclear más antigua de EEUU, en Oyster Creek, se levantó ayer, aunque los operadores señalaron que podría haberse emitido vapores ligeramente radiactivos en el reactor de Salem 1, también en Nueva Jersey. Los tres reactores parados por el huracán seguían fuera de servicio.
Los daños causados por Sandy en la sede de la ONU obligaron al Consejo de Seguridad a reunirse de urgencia en otro edificio anejo al edificio central, para aprobar la prórroga del mandato de la Misión de la Unión Africana en Somalia, que concluía ayer.
El presidente de Haití, Joseph Martelly, y el primer ministro, Laurent Salvador Lamothe, decretaron el estado de urgencia para todo el país, dada la gravedad de los destrozos dejados por el huracán Sandy, al que se le atribuyen al menos 54 muertes y 21 desaparecidos en este Estado caribeño y que también ha causado estragos en Cuba, Jamaica y Bahamas. Las autoridades temen un repunte de la crisis alimentaria y complicaciones sanitarias, con un mayor contagio de enfermedades como el cólera. Por otro lado, Cuba celebrará el domingo la segunda vuelta de las elecciones municipales en más de 1.400 ayuntamientos, donde fue suspendida el fin de semana pasado por el paso del huracán. GARA