ELA aboga por una agenda propia en Euskal Herria y dice no al paro del 14
El sindicato ELA anunció ayer que ha decidido no sumarse a la convocatoria de huelga para el próximo 14 de noviembre, impulsada por los sindicatos CCOO y UGT, porque su apuesta está por mantener «una agenda propia en Euskal Herria de propuestas alternativas y de movilización». La central se remitió como referencia al paro realizado el pasado 26 de setiembre con el llamamiento de la mayoría sindical vasca y lo calificó de «muy positivo».
GARA | DONOSTIA
Por medio de un comunicado de prensa, ELA hizo público ayer un análisis «positivo» de «la reflexión compartida, del trabajo realizado, así como de la necesidad de mantener una agenda propia en Euskal Herria de propuestas alternativas y de movilización».
La central indica que ha decidido no convocar huelga el 14 de noviembre porque ya se realizó una el pasado 26 de setiembre, que fue «muy positiva». «Hay que recordar que esa huelga general era la quinta celebrada en Euskal Herria en tres años y medio para exigir un cambio radical en las políticas y denunciar los recortes en derechos laborales y sociales», subraya.
En este sentido, recuerda en su nota que esa huelga general fue convocada por organizaciones sindicales y sociales, con la participación de decenas de colectivos, para rechazar «los brutales recortes aprobados por Rajoy» en el mes de julio y para exigir «a las administraciones vascas que no siguiesen al pie de la letra la política del PP».
Por ello, una vez «analizadas las posiciones políticas actuales», este sindicato se muestra convencido de que, «próximamente, el Gobierno español y otras Administraciones (Gobierno de Gasteiz, diputaciones...) procederán a hacer nuevos y duros recortes: en pensiones, desempleo, destrucción de empleo, prestaciones sociales, etc».
«Esas políticas tienen por objeto cumplir con lo establecido en la reforma de la Constitución, en la Ley de Estabilidad Presupuestaria y en el resto de legislación básica para imponer una sola política en todo el Estado», advierte ELA.
Dinero público para la banca
El sindicato afirma que «con la obsesión por el cumplimiento del déficit público, se detrae dinero público», mediante la vía de los recortes, «para dárselo a la banca». Por ello, ELA mantiene que, «sin ningún género de dudas, continuará contestando esas medidas tal y como ha hecho hasta ahora». Además, destaca que, «en ningún caso», su decisión «debe ser entendida como algo contrario al proceso de movilizaciones que se está desarrollando en diferentes países europeos».
«Nada más lejos de nuestra intención. Nos congratulamos de la extensión de movilizaciones por Europa a raíz del llamamiento de la CES. Nuestro sindicato apuesta por la movili- zación como única vía con capacidad para obligar a cambiar la política», afirma ELA.
No obstante, indica que toda movilización «debe tener en cuenta algunos elementos importantes» como que «el movimiento sindical y social no debe excluir de crítica a quienes son responsables de hacer la política que interesa al poder financiero, al capital».
«Debemos exigir que se rectifiquen aquellas decisiones, que, como la reforma de la Constitución -propuesta por el PSOE-, han supuesto un antes y un después en la legitimación de la ortodoxia neoliberal», apunta la central vasca.
Movilizaciones en Europa
ELA defiende que Europa «no puede ser utilizada como coartada por parte de los gobiernos para aplicar políticas de recortes sociales», por lo que considera que «ejecutivos locales e instituciones europeas son igualmente responsables».
También cree que las movilizaciones «no tienen por objeto dar apoyo a un inexistente diálogo social, y por tanto, no es coherente defender su utilidad mientras el Estado español es el lugar de la OCDE en el que más ha aumentado la desigualdad social. El sindicato busca con la movilización que Instituciones y partidos atiendan al clamor social que está en la calle: al desempleo creciente, a la pobreza y a los desahucios. Nos movilizamos para colocar los intereses de las personas por encima de la dictadura del capital», señala. En esta línea, manifiesta que «ni en el Estado español ni en Euskal Herria, instituciones y partidos se hacen eco de esta exigencia», sino que, «al contrario, prestan su apoyo al capital rompiendo todos los equilibrios y, más allá de la estricta competencia electoral, desgraciadamente, no existen políticas que, en la práctica, rompan con el dogma neoliberal».
Los sindicatos CCOO y UGT registraron ayer la convocatoria de huelga del próximo 14 de noviembre en las delegaciones de Trabajo de Bilbo e Iruñea. En el caso de la capital vizcaina les acompañó también USO.
En Bizkaia, tras comunicar oficialmente su intención de celebrar el paro, el secretario general de CCOO Euskadi, Unai Sordo, afirmó que esta medida «tiene hoy más justificación que nunca porque estamos lejos de haber tocado fondo». Por ello, señaló que el 14 de noviembre no puede ser «una convocatoria más», porque «no es un conflicto solo de trabajadores, sino de la mayor parte de la ciudadanía. El conjunto de la sociedad tiene que responder de una forma clara, porque hay que cambiar el modelo de sociedad», señaló.
En Nafarroa, el secretario general de UGT-Navarra, Juan Goyen, declaró que «es hora de salir a la calle, de dejar las empresas vacías y de llenar las calles de indignación y de repulsa, para exigir a este Gobierno que cambie la política económica y social que está llevando a cabo o que se vaya», resaltó ante los medios de comunicación, acompañado por José María Molinero, secretario general de CCOO-Navarra. Goyen, destacó que «se trata de una huelga enmarcada en una jornada de lucha a nivel europeo en contra de todos los recortes sociales y laborales y en contra de la pérdida de derechos que se están registrando».
«Estamos sufriendo constantes fraudes electorales y constantes recortes que van a llevar a este país, y en particular a esta comunidad, al solar más inaudito, a una involución del modelo social que tenemos», añadió el dirigente de UGT. GARA