«A estos niveles es muy difícil perder cuando llevas una ventaja de 18 puntos, pero ha sido así y estoy preocupado porque se nos complica muy mucho el Top 16, una meta muy importante para nosotros».

Así de claro hablaba Josean Kerejeta tras el descalabro del Caja Laboral Baskonia ante el Anadolu Efes, un partido extraño en el que los gasteiztarras mostraron sus dos caras. Una fantástica en la primera mitad, dominando a los otomanos hasta irse al descanso 48-30, y otra pésima, por la que recibían un parcial de 16-46 para quedarse con un balance de una victoria y tres derrotas -dos en casa- en el torneo continental.

El máximo mandatario baskonista se refería a los «nervios» de los jugadores como uno de los principales males de su conjunto. Y es que al ver cómo los turcos iban remontando los 18 puntos de ventaja con los que llegaba al descanso, el abuso de los lanzamientos triples y la falta de juego interior del equipo, hizo que todo el buen trabajo realizado hasta el descanso saltara por los aires.

La clasificación para el Top 16 de la Euroliga se ha puesto más cara tras la derrota del jueves, pero las posibilidades siguen intactas. «La única solución que nos queda es ganar partidos», resumía Kerejeta, que afirmaba estar «convencido» de que su equipo cuenta todavía con «todas las posibilidades» de alcanzar la segunda fase de la competición continental.

Las dos derrotas en su cancha complican el pase al Top 16 cuando restan seis jornadas de la fase regular y obliga a los gasteiztarras a ganar, al menos, cuatro o cinco partidos -esto es, a sumar en casa y también fuera, en desplazamientos como Kaunas o Estambul-. Por lo pronto, el primer examen llegará en Croacia el viernes que viene, ante un Cedevita Zagreb que entrena un viejo conocido en Gasteiz: Bozidar Maljkovic.

Lampe, autocrítico

Después del partido del jueves, pocos fueron los jugadores que tuvieron ánimos para decir nada. Hombres como Nocioni preferían dejar las palabras para mejor ocasión, toda vez que su furia, y en caliente, podía llevarlos a decir más de la cuenta.

Otros, en cambio, atendieron a la prensa. Entre ellos, un Maciej Lampe que, con sus triples errados, personificó la debacle baskonista. El pívot polaco fue autocrítico. «Normalmente, en los entrenamientos tiro solo y las meto, pero esta vez las he fallado todas. Pero aparte de eso hemos jugado muy mal. No hemos sacado ninguna ventaja donde queríamos, estábamos despistados en la pista y eso no puede ser», reconocía.