El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, declaró ayer que las dos integrantes del grupo punk Pussy Riot llevan «bastante tiempo» encarceladas y no deberían permanecer en prisión.

«Estas chicas no me gustan, pero si estuviera en lugar del juez no las habría enviado a prisión. Considero incorrecta la pena que se les ha impuesto. Ya han pasado bastante tiempo detenidas, ya basta», señaló. «Esta cuestión no depende de mí, sino de la competencia de los estamentos judiciales y de los abogados. Estos pueden presentar demandas `ad hoc' y creo que lo harán», añadió.

El 21 de febrero, tres integrantes del grupo musical interpretaron una canción en el interior de catedral ortodoxa en Moscú contra el entonces primer ministro y ahora presidente, Vladimir Putin. El 17 de agosto, un tribunal las declaró culpables de «vandalismo» y las condenó a dos años de cárcel.