El Ibex logró acercarse a los 8.000 puntos al cierre de la semana gracias, sobre todo, a las buenas noticias procedentes de Estados Unidos, donde casi todos los datos macroeconómicos apuntan a una recuperación de su economía. El último en dar la razón a los que vaticinan ese giro es la creación de empleo. En octubre se añadieron 171.000 nuevos puestos de trabajo, muchos más de los previstos. La tasa de paro, sin embargo, aumentó una décima, hasta el 7,9%. El dinamismo en las contrataciones se ha extendido por todos los sectores, incluso dentro de la actividad fabril, en la que se esperaba una caída. Los índices europeos, pese a los vaivenes, lograron acabar en terreno positivo. El Ibex terminó en los 7.968,90 puntos, tras subir un 1,05%. En la semana gana un 2,49%, por lo que reduce su caída anual hasta el 6,97%. Los avances de París (+0,49%), Fráncfort (+0,38%) y Londres (+0,11%) quedaron bastante lejos. Dentro del Ibex, la parte alta de la tabla de ganancias estuvo ocupada por Gamesa (+6,52%) e IAG (+3,99%). También destacó Bankia (+3,18%), que se colocó al frente de los bancos. Por detrás se quedaron los repuntes de Popular (+3,09%), Sabadell (+1,32%) y Bankinter (+1,04%), mientras que BBVA y Santander subieron menos de un 1%. Por su lado, Inditex se anotó un 3,91%, hasta los 102,40 euros, su nuevo récord. Ayer entregaba un dividendo de 0,90 euros, que le va a reportar al máximo accionista, Amancio Ortega, un total de 333 millones de euros. En París, Alcatel-Lucent (-5,46%) pagó por sus pésimos resultados. En el tercer trimestre perdió 146 millones de euros.