El aniversario del nacimiento de Stroessner remueve las heridas
GARA | ASUNCIÓN
La figura del dictador paraguayo Alfredo Stroessner vuelve a generar polémica con motivo del centenario hoy de su nacimiento. Sus familiares y seguidores querían aprovechar este aniversario para trasladar a Paraguay los restos del dictador, que permanecen en Brasilia, donde murió el 16 de agosto de 2006, pero los trámites se retrasaron.
Uno de sus nietos, Alfredo «Goli» Stroessner, del opositor Partido Colorado, defendió el derecho de repatriar sus restos y tildó de «insignificantes» los actos de repudio.
Víctimas de la dictadura rechazaron cualquier acto que enaltezca la figura de Stroessner, que gobernó Paraguay entre 1954 y 1989. Para hoy, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales han convocado manifestaciones, conferencias y actividades culturales bajo el lema «No permitamos la reivindicación del pasado stronista». Reconocieron que «todos los paraguayos muertos en el exterior tienen derecho a ser sepultados en el país», pero rechazaron homenajes especiales al dictador.
De acuerdo con la Comisión de Verdad y Justicia, durante los 35 años de Gobierno de Stroessner 19.862 personas fueron detenidas; 18.772 fueron torturadas, 236 menores fueron privados de libertad; 17 niños nacieron en prisión; 20.814 se convirtieron en exiliados políticos, y se denunciaron 459 casos de desaparición. Se calcula que 128.076 personas fueron víctimas directas e indirectas del régimen militar.
Delis Villagra, que nació en una cárcel, declaró que la dictadura «dejó muchas secuelas, no solo en las familias de las víctimas directas que sufrieron detenciones arbitrarias, torturas y exilio, sino en la sociedad paraguaya». Villagra, cuya madre fue presa política y torturada estando embarazada, destacó que «el autoritarismo, el enriquecimiento a costa de engraciarse con el poder y la corrupción generalizada es lo que dejó el Stroessner» durante su mandato.