«El Athletic es un señor equipo que tiene las mismas dudas que nosotros. Será un partido tremendo. Os necesitamos a todos», arengaba ayer tras el entrenamiento el técnico del Granada, Juan Antonio Anquela, cuyo puesto, se dice, pende de este partido al que el Athletic llega también con solo una consigna en mente, ganar o ganar. Los nazaríes son un equipo que recibe muchos goles -cinco en dos partidos- y solo han anotado ocho en Liga y Copa, vamos, que sus carencias son las mismas que las de los leones.

Por mucho que Marcelo Bielsa reniegue de hablar de finales, estamos ante un duelo a vida o muerte. Eso se deducía también de las palabras ayer, tras el entrenamiento, de Markel Susaeta. «En Granada tenemos un partido de mucha tensión porque los dos nos jugamos salir de abajo, será muy disputado pero no pensamos en perder. No queda otra que seguir trabajando, estar todos juntos y sacar esto adelante. De peores se han salido», se explayó el jugador eibartarra, quien reconoce que «estar ahí abajo duele».

Los bilbainos necesitan imperiosamente la victoria, la misma que se les resiste de manera ya escandalosa: solo un triunfo en los últimos diez partidos, que se dice pronto, y ni una victoria a domicilio en los últimos once encuentros. Y eso pesa mucho en la mente de los jugadores, miedo a perder, pero, como evidenciaron y hasta confesó Carlos Gurpegi tras caer en Lyon, nervios por tener tan cerca la terapéutica victoria. Un Carlos que, felizmente, ayer retornó con normalidad a Lezama y habrá que ver su evolución en el entrenamiento de hoy antes de volar hacia tierras andaluzas.

Lo harán, eso sí, sin Ander Herrera, sancionado, con lo que Bielsa y su Athletic vuelven a tener un problema de circulación de la pelota. Si el rosarino vuelve a las andadas, será Muniain quien se desenvuelva por dentro y, en principio, Ibai tendrá su enésima oportunidad de aprovechar una titularidad.

Arriba, parece que Aduriz volverá al once después de la patata caliente que fueron para Llorente sus 73 minutos en Ipurua, donde no le llegaron pelotas en condiciones, fue con 12 pérdidas el segundo rojiblanco que más balones malogró, y de paso tuvo que aguantar que parte de la afición local se ensañara con él durante el partido y al ser cambiado. Malos tiempos para el `9' que ayer, en Facebook, asumía que «la situación no es fácil».

Ni para él ni para sus compañeros, pero Susaeta confía en revertir la situación. «El año pasado fue fantástico, este estamos abajo, pero esto está empezando y si nos salen las cosas, con un poco de suerte vamos a acabar arriba», aventuró. «La situación no es tan mala, los últimos partidos no han sido tan malos aunque el partido de Getafe fue un jarro de agua fría», añadió. Pues que no se repita.