En Gasteiz tienen todavía la piel de gallina por las emociones vividas frente al Barcelona, y en Eibar se relamen pensando en que el empate ante el Athletic mantiene viva la posibilidad de protagonizar la campanada de esta edición copera. Pero esas ensoñaciones se limitan ya a la afición. Alavés y Eibar, técnicos y jugadores, se concentran en el regreso a la realidad, que puede brillar menos que con rivales de Primera enfrente, pero que no hace desaparecer la dificultad.

Sobre todo, posiblemente, en el caso de los azulgranas, a quienes se les acumulan unas cuantas dificultades. Para empezar, la factura que puede pasar el esfuerzo realizado hace apenas 48 horas, aunque Gaizka Garitano vaya a recuperar para su once titular a varios jugadores que ni siquiera entraron en la convocatoria copera. También el estado del terreno de juego -malo en este caso para cualquiera que lo pise-, castigado de antemano y más después de que esta semana vayan a disputarse allí tres encuentros. El club eibarrés se afanó en apañarlo para el choque del jueves pero los 90 minutos ante el Athletic y la lluvia, que cayó con mucha fuerza en la segunda parte, volvieron a dejarlo en muy malas condiciones.

El tercer obstáculo, y en principio el más complicado, lo pone el rival. Un Sanse que llega a Ipurua más descansado y, sobre todo, en su mejor momento de la temporada. El equipo que dirige Meho Kodro ha sumado diez puntos en las cuatro últimas jornadas para situarse a solo dos de zona de play-off y a apenas tres del propio Eibar.

Mañana se disputa el resto de la jornada, con varios focos de interés. Empezando por la visita del Sestao River a Mendizorrotza. Como le sucede al Eibar, el equipo de Natxo González -no podrá contar con el sancionado Javi Hernández, que hasta ahora había disputado todos los minutos de competición-, afronta un doble reto: por un lado la recuperación física y emocional tras la cita copera del martes, y por otro el de superar a un rival que -aunque la baja de Silas se une a las de Iru y Oskar Martín- viene con la moral por las nubes, tras la remontada en el derbi de Ezkerraldea que, además, le valió para salir del descenso.

Derbi en Lasesarre

No es menos interesante el derbi que enfrentará a Barakaldo y Amorebieta en Lasesarre. Los gualdinegros, que recuperan a Iban Espinosa para la cita, se mueven todavía con holgura, pero necesitan recuperarse del mazazo que supuso la derrota del pasado domingo. Lo tendrán dificilísimo ante el equipo que protagoniza la mejor racha del grupo, un Amorebieta que se ha aupado hasta la segunda plaza tras encadenar cinco triunfos.

Otro vizcaino, el Bilbao Athletic, tiene la posibilidad de acompañar al Amorebieta en zona de play-off. Aunque para eso deberá imponerse a un Racing en horas muy bajas y esperar el tropiezo del Lleida, que visita precisamente a un rival directo de los cántabros, el Izarra. El favor, por tanto, entre los de Lezama y Merkatondoa -a donde regresa Ziganda tras cumplir su sanción- puede ser mutuo.

También en la zona baja, Osasuna, que pierde a Hugo, se encuentra con una oportunidad perfecta para marcar su imprescindible punto de inflexión, ya que visita al Noja, un rival directo que, además, no parece atravesar su mejor momento.

Bastante más claro resulta el panorama de la Peña Sport que -con Miguel de vuelta y Garde sancionado-, tras reencontrarse con la victoria, visitará al Teruel. Con los mismos puntos que los azules, pero con más dudas tras enlazar tres derrotas, el Tudelano recibe la visita de la Gimnástica. El Real Unión, por último, regresa al Stadium Gal para recibir a la UD Logroñés, y con el objetivo de conferir cierta regularidad a su trayectoria.