La Agencia Vasca del Agua, URA, informó ayer de que ya ha elaborado el Plan Hidrológico de las Cuencas Internas del País Vasco; es decir, de cauces cuyos ríos nacen, transcurren y vierten en el mar exclusivamente por los territorios de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. De esta forma, quedan excluidas de ese planeamiento, por ejemplo, las cuencas del Ebro y del Bidasoa. No obstante, URA también ha contribuido a la revisión del Plan Hidrológico de las Cuencas Cantábricas Intercomunitarias; cuyos ríos transcurren por más de una comunidad autonómica.

Como explicó la agencia dependiente de Lakua, esta planificación hidrológica recoge y continúa con las líneas de trabajo que las administraciones competentes vienen desarrollando desde hace años, al tiempo que inicia otras líneas de actuación relacionadas con los objetivos ambientales más novedosos.

En cuanto a la inversión prevista para el horizonte 2015, esta es de 649 millones de euros, lo que supone un ratio de aproximadamente 108 millones de euros al año y en ella se incluyen medidas relacionadas con distintas áreas.

La agencia concreta que, por un lado, se recogen las relacionadas con el cumplimiento de los objetivos medioambientales: «En este campo, las presiones más importantes a las que ha de darse pronta respuesta son la contaminación por vertido de aguas residuales urbanas e industriales, la alteración física del medio hídrico y la alteración del régimen de caudales, entre otras». Para ello, el plan prevé 378 millones de euros en actuaciones hasta 2015 y otros 474 millones de euros para 2021.

Por otro lado, se incluyen medidas necesarias para mantener un nivel adecuado en la calidad y en la garantía con la que se presta el servicio de abastecimiento de agua potable y el resto de usos, respetando los caudales ecológicos mínimos. En este caso, las previsiones presupuestarias ascienden a 102 millones hasta 2015, y 50 millones hasta 2021.

En un tercer apartado, se recogen las medidas relacionadas con los fenómenos extremos: prevenir y reducir los impactos de sequías y, sobre todo, inundaciones. Llegados a este punto, URA resalta que el territorio vasco es «muy sensible al riesgo de inundación debido a sus características orográficas, climáticas e hidrográficas, y a la fuerte ocupación de las llanuras de inundación de los cauces principales». En este capítulo, de cara al horizonte de 2015 se prevén 100 millones de euros, y otros 288 millones de euros de aquí al año 2021.