Tras ser detenida en un puesto de control presentado como «fortuito», Aurore Martin fue entregada a las autoridades españolas en el marco de la ejecución de una orden de detención europea. Eso que Guéant no se había atrevido a hacer, acaba de hacerlo el ministro Valls. ¡Qué vergüenza!

¿De qué acusa a Aurore? De su participación en reuniones públicas y en documentos políticos en razón de su pertenencia a Batasuna, un partido prohibido en España. Es inaceptable e indigno que una persona de nacionalidad francesa, militante de un partido autorizado en Francia, sea extraditada por hechos no punibles en nuestro país. Esta detención socava un principio fundamental reconocido en Francia, a saber, la denegación de la extradición por motivos políticos.

(...) El Partido Comunista expresa su indignación y llama a todos los republicanos a expresar su condena. (...)