Contundente victoria de Bilbao Basket sobre Unicaja
Lamont Hamilton rompe un tablero y enciende Miribilla
El pívot estadounidense fue el líder de un Bilbao Basket muy superior, que movió el balón de fábula.
BILBAO BASKET 82
UNICAJA 65
Arnaitz GORRITI
Una mañana se puede alegrar de cualquier manera. El duelo entre Gescrap Bizkaia Bilbao Basket y Unicaja caminaba por la senda de un choque entretenido pero que tampoco pasaría a la Historia. Sin embargo, un intento de mate de Lamont Hamilton acabó con una de las canastas (sic). Con el jolgorio que se armó por ello -más de uno evocaba a Shaquille O'Neal, Sabonis o a Darryl Baby Gorilla Dawkins como recuerdos de canastas rotas-, el encuentro entró en un estadio festivo del que, como por ensalmo, los hombres de negro sacaron mucho mayor provecho.
De hecho, el propio Hamilton fue quien mayor partido sacó al choque de ayer. Contundente bajo el aro, muy solvente en las jugadas en las que precisaba moverse al poste bajo, muy bien en defensa, el pívot estadounidense, junto con unos atinados Hervelle y Grimau, lideró la victoria local -la quinta consecutiva en lo que va de Liga ACB- ante un Unicaja que vivió a golpe de individualidad, pero que fue muy inferior, sobre todo en la pelea del juego interior.
Pero más allá de los nombres propios, lo que de veras destacó fue la alegría en el juego local, destacando una rapidez notable en la circulación de balón, algo que facilitó que los de Katsikaris lograran canastas fáciles o tiros liberados. No fue el día con mayor acierto, pero sí el de mayor fluidez en el ataque estático.
Los locales ganaron todos los cuartos y también cada balón dividido. Su victoria jamás estuvo en peligro, aunque Unicaja rondara solo una decena de puntos de desventaja hasta el final. Pero los hombres de negro ayer estaban de fiesta, una fiesta que empezó con un mate con el que Hamilton rompía el tablero.
A falta de poco más de dos minutos, Rakovic sustituía a Hamilton. El publico de Miribilla, en pie, le dedicó una cerradísima ovación y lo despidió tras un soberbio partido cantando «¡MVP! ¡MVP!» a coro.
Miribilla acogió de muy buena gana y mejor humor el duelo de ayer. Con el incidente de Hamilton, ese ambiente mejoró, algo que sirvió para llevar en volandas a los suyos, que rompieron el partido con un gran segunda parte.
Fotis Katsikaris estaba feliz, exultante. «Ha sido nuestro mejor partido. La defensa ha sido espectacular. Lo que hemos trabajado contra su juego colectivo, lo hemos conseguido. Estoy muy contento por la manera en que hemos ganado a Unicaja», dijo.
«Hemos mejorado en el rebote en la segunda parte. Insisto, la defensa ha sido espectacular y el lujo que tenemos con Hamilton, que no está a tope, y Rakovic, nos da equilibrio en ataque y da derecho a pensar lo que podemos dar en el futuro, porque el equipo será mejor», remachó.
Jasmin Repesa, por contra, felicitaba a Bilbao Basket y afirmaba que «no hemos venido a jugar. Esperaba un partido duro. Hemos entrado con fuerza, pero tras la interrupción, no sé lo que ha pasado».
«El equipo jugó mal, descentrado, tomando malas decisiones y sin energía. Estoy decepcionado, porque no jugamos como un equipo. Quizá algunos jugadores se hayan creído que ganar seis partidos seguidos nos convierte en un gran equipo, pero nada más lejos de la realidad. Espero que esta derrota nos sirva como acicate», añadió el técnico de Unicaja.
A. G.