Tras el encadenamiento de «Celedón» (9a+) y su trabajo de equipamiento en el Campeonato de Euskadi de Escalada, David Gambús ha vuelto a tierras catalanas. Se ha llevado un buen botín, siendo la estrella la vía equipada y encadenada por primera vez por su amigo Iker Pou. En la siguiente entrevista concedida a GARA, el escalador gasteiztarra nos acerca la experiencia y el proceso que vivió en la vía que encadenó el pasado 16 de octubre.

Aunque vives y trabajas en Cataluña, esta última temporada la has pasado en casa. La verdad es que la estancia no las has podido aprovechar mejor. El resultado estrella «Celedón», tu primer 9a+. ¿Era un proyecto que lo tenías en mente? ¿Te ha llegado de refilón? Háblanos de cómo ha sido el proceso en esa vía.

Hasta mediados de agosto estuve de viaje en China. Y a finales del mismo mes vine a Euskal Herria. En China estuve equipando y escalando mucho; me noté bien, bastante motivado. Ya en casa, como tenía un par de meses por delante, me fui a Ilarduia y allí he escalado principalmente. Aparecimos, y nos gustó tanto que hemos pasado allí un mes y tres semanas. Casi todos los días escalando. Ha sido como un entrenamiento intenso en un muro de roca y no en un rocódromo. Además hay que tener en cuenta que es el mismo estilo de escalada.

La verdad sea dicha, para «Celedón» pillaste un estado de forma increíble. Te hiciste con un montón de vías tanto a vista como trabajadas, y eso, al parecer, te dio un plus para tu gran proyecto. Me ha llamado la atención que la has encadenado bastante rápido.

Así es. La primera parte, «Celedón txiki», la hice super rápido, en 7-8 pegues. La segunda, «Activos tóxicos» también, en unos tres. Y si te digo la verdad el encadenamiento global de «Celedón» salió en 4-5 días. Creo que es lo más rápido en pegues que se ha hecho en esas dos partes, y eso que en la de arriba me ponía muy nervioso.

Escuchaba a varios escaladores que «Celedón» te va a las mil maravillas, ya que es de pura resistencia. Es decir, el estilo que más te va. Eso es verdad pero, claro, nos encontramos ante una propuesta extrema.

Sí, no tengo ningún inconveniente en decir que es una vía que me va: homogénea de resistencia. No es como otras vías de 9a+ con pasos duros de bloque. Y eso me viene mejor. Así pues, es una línea que me ha gustado mucho.

También me ha llamado la atención que Iker Pou la encadenara en setiembre y tú al mes siguiente. Esto no suele ser habitual en propuestas tan extremas como 9a+.

Así es. Lo normal es que cueste más la segunda ascensión, pero tengo que decirte que he tenido una inmensa ayuda. Tanto Iker como Ion Gurutz Lazkoz han estado siempre a mi lado. Me han flasheado todos los movimientos, estaba toda marcada y limpia... ¿Qué más puedo pedir? Además, el día del encadenamiento mi asegurador fue Iker.

Como te decía anteriormente, también me ha ayudado el estilo de la vía. He tenido suerte. Para mí ha sido clave el hecho de pasar tanto tiempo en el muro y haber escalado un montón de vías. Cogí un estado de forma muy importante. Además, el pateo de más de media hora que hay hasta el sector me puso todavía más fino en peso. Y eso también ayuda.

9a+ al bolsillo, lo más duro que has encadenado hasta el momento.

Sí, no tengo ninguna duda de que es lo más duro que he escalado . Solo tenía un 9a, «Esclatamasters», y está considerado como un 9a suave.

Yo soy nuevo en la novena esfera y, por lo tanto, me resulta difícil hacer un diagnóstico sobre el grado de «Celedón». Iker, por ejemplo, lleva ya muchos kilómetros en esa dificultad, tiene mucha más experiencia que yo y sabe de lo que habla. Dani Andrada también es de la misma opinión, aunque no la haya encadenado.

La verdad es que estoy más fuerte y más en forma que nunca. Esto de haber estado más de un mes y medio escalando en este muro ha sido una gran suerte.

En Euskal Herria solo Patxi Usobiaga e Iker Pou cuentan con vías de 9a+. Tu eres el tercero que entras en esa dificultad. Será algo especial, ¿no?

Claro que sí. Es un paso más; de hacer «Esclatamasters» a «Celedón» hay un buen trecho. También depende mucho del momento. Hay veces que te cuesta un horror encadenar un 8c+ y, en cambio, te metes en un 9a y te sale más fácil.