El ministro francés del Interior, Manuel Valls, niega haber tenido cualquier implicación en la detención por parte de la Gendarmería de Aurore Martin y su posterior entrega al Estado español. En la entrevista publicada ayer por el diario «Sud Ouest» que había sido anunciada el sábado, Valls sostiene que la detención de Martin se produjo de manera fortuita, cuando un gendarme le reclamó su carnet de conducir y no lo portaba.

Junto a ello, Valls critica a los electos vascos -incluidos los de su propio partido- que se han manifestado a favor de Martin. «Me parece extraño que electos de la República, especialmente parlamentarios que votan las leyes, pidan que no se aplique la ley. Los electos tienen que respetar la independencia de la Justicia, a ambos lados de los Pirineos. Pido a los electos que se den cuenta de qué están diciendo cuando exigen una intervención de Francia a favor de Aurore Martin», declara el ministro del Interior, intentado salir al paso de la opinión unánime de los electos vascos. «No quiero cuestionar la aplicación de la euroorden, que es un elemento importante de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. No puede haber una euroorden a la carta», insiste.

Preguntado por el riesgo de ser condenada a doce años de cárcel al que se enfrenta Martin por su militancia en una formación legal en el Estado francés, Valls respondió que «el Estado español es soberano y democrático y confío en que la Justicia española tratará el caso de Aurore Martin teniendo en cuenta que no tiene sangre en sus manos. Se trata de la Justicia de un Estado de derecho, de un país que, no lo olvidemos, ha sufrido la violencia de ETA, que ha provocado cientos de muertos».

Al recordarle que el presidente de la República, François Hollande, reclamó «clemencia» para Martin cuando estaba en la oposición, Valls señala que «corresponde a la Justicia española pronunciarse sobre las acusaciones presentadas en su contra. Como usted sabe allí, como aquí, los jueces son independientes».

Valls se muestra categórico cuando le preguntan si la detención de Martin no supone un paso en falso del Gobierno francés en pleno proceso de paz. «Me habla de paz, pero en Francia no hay ninguna guerra. Aplicar la ley no puede ser considerado un error en una sociedad democrática, es una exigencia. El Gobierno tiene la determinación de luchar contra el terrorismo aplicando estrictamente la ley. Eso es el orden republicano».

El PS, por su parte, publicó ayer en su web una nota en la que rechaza las críticas por la detención de Martin y niega la responsabilidad de Valls.