El rechazo más radical a los inmigrantes se hizo oír ayer en Moscú por boca de miles de ultranacionalistas en la denominada «Marcha Rusa», que por primera vez en cuatro años llevó sus símbolos y consignas extremistas al corazón de la capital rusa. Entre 6.000 personas, según la Policía, y hasta 20.000 según los organizadores, participaron en el acto. La Policía detuvo a 25 ultras ataviados con uniformes negros con la esvástica nazi, informó Efe.

«Hoy somos 20.000, pronto seremos 100.000 y después un millón», exclamó el líder del movimiento Rusos Alexandr Belov.

Los nacionalistas, que se han sumado a casi todas las manifestaciones contra el Kremlin del último año, exigieron la eliminación de las artículos del Código Penal que persiguen a los extremistas y reclamaron que la etnia rusa sea definida en la Constitución como el pueblo que articula el Estado.

La Alianza contra el Racismo congregó ayer a varios miles de personas en diversas manifestaciones convocadas en toda Alemania en recuerdo de las diez víctimas mortales de la célula neonazi destapada hace un año y para denunciar la responsabilidad de la Policía y los servicios secretos, cuyos «errores» e, incluso, connivencia posibilitaron que este grupo actuara durante años con total impunidad.