La mayor injusticia a la hora de buscar culpables
Joseba ITURRIA
En dieciocho temporadas siguiendo el día a día de la Real, uno está acostumbrado a ver cómo se buscan culpables si los resultados no están a la altura de unas expectativas que generalmente son demasiado altas. La guillotina realista ha cortado cabezas con crueldad y muchas veces de manera injusta, sin conocimiento y sin valorar el trabajo de las personas ajusticiadas. Sin embargo, uno no ha conocido en la Real una injusticia mayor a la que persigue a Montanier. Que con las bajas con las que tiene que afrontar los partidos, la Real sea tan superior a su rival, tenga más del doble de remates a portería y se pida la dimisión del entrenador es algo que escapa a cualquier lógica.
A mí no me gustó la alineación de la Real, creía que Pardo debía jugar de inicio en lugar de uno de los dos jugadores que se han disputado el lateral derecho y de esa manera se habría desactivado el principal argumento de los detractores del técnico. Como siempre, Montanier no hizo aquello que le podía beneficiar a él, sino lo que entendía que era mejor para su equipo y mientras estuvo el once inicial la Real fue muy superior al Espanyol y tuvo ocasiones para ganar el partido. Da igual. Mucha gente la tiene tomada con él y siempre la culpa será suya. En esa tesitura, no es fácil el papel del Consejo, pero tampoco era popular la remoción que presentaron. Mantener a Montanier ahora está más justificado que hace un año.