Mikel INSAUSTI

Recomiendo encarecidamente «Vulnerables» a todos cuantos estén estudiando cine o hayan empezado a rodar sus primeros cortos. Es de visión obligada para saber lo que no debe hacer nunca un debutante, por la lección que brinda a la hora de tomar buena nota de cara a no cometer los mismos errores. Lo fallido del proyecto parte de la falsa idea de que menos siempre es más, y de que si un realizador novato hace un película de bajo presupuesto saldrá ganando de todas todas. La otra gran equivocación es dar por sentado que el género de terror se presta a la inexperiencia, porque tiene mayor salida comercial entre un público joven y supuestamente menos exigente.

Pues no ha colado, ni siquiera entre su audiencia potencial. Solamente ha sido defendida de forma patética por las fans del cantante David Bustamente, que consideran intocable a su mujer Paula Echevarría, quien aquí se la juega con su primera actuación estelar. Cierto es que toda la responsabilidad dramática recae sobre sus espaldas, pero una actriz sola no puede salvar semejante despropósito cinematográfico, y hay que reconocer que está vendida de principio a fin por culpa de un guión y una realización incompetentes.

Ella encarna a una urbanita que chocará con la hostilidad del medio rural, y que como mujer moderna está acostumbrada a manejar la última tecnología en su vida cotidiana. Por eso, graba las imágenes relativas a su embarazo como madre soltera con su cámara de fotos, para una vez nacido el bebé prematuro vigilar su seguridad con otra videocámara. Pero lo que no puede hacer Paula Echevarría es filmarle la película a Miguel Cruz, realizador procedente del medio televisivo, donde principalmente se ha dedicado a las series y programas de humor. Tal vez por deformación profesional su ópera prima provoca la risa involuntaria, aunque pretende ser un thriller psicológico de lo más angustioso. Un sonrojo que no equivale a diversión, ya que la escasa duración se hace interminable por culpa de un desarrollo tedioso y sin interés.