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«Never mind the bollocks, here's the Sex Pistols » cumple 35 años

El pasado 28 de octubre se cumplieron 35 años de la edición de «Never mind the Bollocks, here's the Sex Pistols», la reescucha del álbum debut de los londinenses confirma la importancia del suceso, su estratégico valor histórico, su valor musical, y la certificación de que nada ha cambiado en este cruel sistema que tanto despreció el punk. De hecho, los problemas y abusos generados por el cruel capitalismo aún son más inmorales, atrevidos y graves.

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Pablo CABEZA | BILBO

No sería correcta la afirmación, pero con el cumpleaños del álbum debut de los Sex Pistols bien podría sentenciarse que el punk cumple otros tantos. Sin embargo, al margen de singles previos y los Damned, hubo artistas que con su existencia sitúan el fenómeno un poco antes del surgimiento del punk inglés. Bandas estadounidenses como New York Dolls, Ramones, Television, Stooges... o, aún con mayor prontitud MC5 (claro ejemplo de protopunk)..., son parte inevitable del germen. Asimismo el punk de los Sex Pistols tampoco hubiese existido sin el sonido previo de The Who o The Small Faces, formaciones británicas.

Con todo, difícilmente se puede negar que Sex Pistols, aun basándose en el rock de guitarras sucias, en el r'n'r primitivo, no tuvieran un sonido propio. Sí, muy básico: batería acelerada con ritmos sencillos, el bajo, por lo general, siguiendo solo la línea del acorde sin adornos y las guitarras rockaroleando como tiempo atrás lo hicieran cientos de bandas. Vocalmente tampoco es posible encontrar un patrimonio exclusivo, ya que ejemplos vehementes de gargantas rotas por la pasión, el mensaje y el propio estilo rockero se encuentran sin esfuerzo en la historia del protopunk, basta recordar a Rob Tyner, de MC5 o Iggy Pop al frente de Stooges..

Si en lo musical el punk británico no aportó un estilo propio o innovador frente a su competencia estadounidense, donde sí se advierten claras diferencias es en la actitud. MC5 fue una banda que a mediados de los sesenta ya predicaba arengas políticas extremas, pero el tono fatalista, la autodestrucción, el ataque a todo lo establecido, incluido el desprecio hacia las bandas consagradas, la rabia extrema y descarnada contra el sistema, la vocación transgresora, la pelea contra la sociedad convencional..., son característica mucho más marcadas en el punk británico que en el estadounidense. Por contra, los mensajes y pensamientos del otro lado del Atlántico se elaboraban con mayor carga intelectual. El punk de los Sex Pistols y demás bandas del entorno arremetían contra el sistema sin un discurso elaborado, simplemente se cuestionaba todo, incluso el futuro. Eso del nihilismo formaba parte de los teóricos, sociólogos, filósofos o periodistas. Para pensamientos con más capas tuvo que llegar el jarkore, el anarco punk y otras fusiones.

REEDICIÓN

La reedición de «Never mind the bollocks, here's the Sex Pistols» por su 35 cumpleaños puede ser un objeto de culto por su amplio contenido. Caja con un cedé con los temas originales de salida, un segundo con rarezas. Un tercer cedé en directo. Un DVD bajo la cámara de Julien Temple, un vinilo con «God save the queen», un facsímil de los textos originales, póster y otro detalles. Pero puede resultar más económico y suficiente un doble cedé con el disco, unos temas extras («No fun», de Stooges, entre otros) y un cedé en directo del 77. Todo con sonido remasterizado, quizá extraño para los veteranos y adecuado para quienes les descubran ahora.

Uno de los mejores discos de rock and roll con aspecto punk

La reescucha de «Never mind the bollocks, here's the Sex Pistols» no deja opciones: admitir que es un espléndido disco de rock and roll, punk si se quiere. Las guitarras poseen un sonido hiriente a pesar de no ir desnudas, ya que en la nueva producción del álbum se ha realzado el papel de estas. Este aspecto, menos obvio en el otoño de 1977, ya levantó bastantes suspicacias en el entorno punk, que prefería el sonido crudo de las maquetas. Al margen de disco estigmatizado por cadenas de tiendas, emisoras de radio y periódicos, poderes que se inclinaron por prohibir su venta o su difusión, el debut oficial de los Pistols en elepé fue un éxito incuestionable en popularidad y ventas, como ya lo fueron sus singles previos. Se apoyó en un entorno social favorable, pero las composiciones son brillantes, impecables, suficientes. Cada canción es un himno y Johnny Rotten un espectacular vocalista; puede que no tuviera mucho rango vocal, puede que se repitiera, pero fue único en su modelado de las palabras, en la forma de escupirlas. Sid Vicious le llegó a eclipsar por momentos, pero «el podrido» fue (es) muy grande.

P.C.

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