Raimundo Fitero
De cerca
Quizás, mirando las cifras en frío, sin un gramo de emoción, se pueda llegar a la conclusión de que se mueven en los porcentajes reales del uso del euskera en la vida cotidiana, cosa que se puede cuestionar, evidentemente, pero que va a costar mucho esfuerzo variar la tendencia. Colocar la oferta de televisión en euskera como preferida de un número considerable de telespectadores, no se consigue únicamente desde la programación del propio ente, sino que se trata de un complejo mecanismo socio-lingüístico el que debe superar unas marcas para variar las tendencias de uso de los medios de entretenimiento que tienden a lo masivo y lo superficial.
Pero mirando los datos en panorámica, se comprueba que es Tele 5, la preferida por las audiencias, lo que nos dice que pese a todos los condicionantes, los idiomas propios, las televisiones institucionales concurrentes, el gusto generalista es parangonable a cualquier otro punto de la península, quizás con una mayor tendencia a ver La Sexta, la cadena recién fusionada con Antena 3, que se considera la única oferta que está un poco más centrada, con alguna propuesta que se podría considerar ligeramente virada al centro-izquierda. TVE es la segunda opción y nos encontramos con una ETB-2 instaurada en un diez por ciento, que según se quiera analizar es resultado aceptable o pésimo. Puesta en fila, la cuarta elección. Poca influencia para lo que cuesta. Lo único cierto es que en breve cambiarán algunos de los directivos del ente vasco. Se deberá definir el proyecto, y ajustarlo a la realidad económica actual. Decisiones políticas de peso.