El presidente y candidato a la reelección, Barack Obama, mantiene su escasa ventaja sobre su rival republicano, Mitt Romney, según el último sondeo diario elaborado por Reuters/Ipsos, que pronostica que el 48% de los votos serán para el mandatario y el 47% para el aspirante. Estos datos suponen un incremento de un punto para cada candidato con respecto al estudio elaborado el sábado, es decir, una reducción de los indecisos cuando quedan dos días para la votación.

Ambos candidatos libran en estas últimas horas de campaña su batalla definitiva y redoblan sus esfuerzos para romper ese empate técnico que reflejan las encuestas.

«Depende de vosotros. Tenéis el poder», afirmó Obama ante 14.000 seguidores en Concord, New Hampshire. «Vais a modelar las decisiones que tomará este país durante las próximas décadas. Ahora mismo, en los dos próximos días», añadió.

Mientras, Romney hizo un llamamiento a la movilización desde Des Moines, en Iowa, ante unas 4.000 personas a las que ha arengado con promesas de recuperación económica y con su propuesta de cambio auténtico. «Las simples palabras no bastan para conseguir un cambio verdadero. Es algo que se hace. Y es algo que voy a hacer cuando sea presidente de los Estados Unidos», proclamó.

El candidato republicano hizo ayer su penúltima parada en Ohio, considerado «el más clave de los estados clave», donde arremetió contra Obama, a quien acusó de «dividir la nación».

«Obama prometió muchísimo, pero francamente ha conseguido muy poco. Prometió trabajar con ambos partidos, pero ha sido atacante, ha dividido el país. (...) Ha ignorado al Congreso en vez de trabajar con él», insistió.

El actual mandatario rechazó su propuesta de «cambio» al asegurar que será solo para los grandes bancos y para los ricos.

Preparativos

Pero mientras la carrera presidencial sigue su curso y se ultiman los preparativos de cara a las votaciones, la población comienza a impacientarse en las zonas más afectadas por el huracán mientras las autoridades tratan de restablecer todos los suministros esenciales, casi una semana después de la catástrofe.

El estado de Nueva Jersey dio el paso poco habitual de declara que cualquier votante desplazado de su casa por la supertormenta «Sandy» podrá ser designado votante en el extranjero y votar por fax correo electrónico, mientras que algunos electores de Nueva York podrán realizar la votación en carpas en un esfuerzo por asegurar que los afectados puedan participar en las elecciones de mañana.

Con más de un millón de hogares y empresas aún sin electricidad y numerosos colegios electorales inutilizados por las inundaciones en ambos estados, las autoridades afrontan retos sin precedentes para la próxima jornada electoral. Además, camiones del Ejército serán transformados en meses electorales en las zonas más afectadas, sobre todo Nueva Jersey.

Una menor participación probablemente no afectará al resultado de los comicios presidenciales ya que los dos estados se consideran asegurados para los demócratas y lo normal es que acaben en la columna de Obama en el Colegio Electoral, el cuerpo encargado de elegir al presidente. Sin embargo, sí podría reducirse su número total de votos.

La ya complicada situación dejada por «Sandy» se agrava, además, con la previsión de la llegada de una ola de frío.

Nueva York deberá realojar a entre 30.000 y 40.000 damnificados cuya vivienda fue destruida o sufre daños o que siguen sin electricidad o gas, y por lo tanto sin calefacción, y necesitan urgentemente un techo ante la ola de frío. lo que complica aún más la labor de las autoridades.

Además, los problemas en el suministro de gasolina, combustible necesario para los generadores de electricidad de los que dependen miles de viviendas, no se han solucionado totalmente.