Las corales de Ucrania y EEUU, triunfadoras en Tolosa
Para el director del Certamen Coral de Tolosa, Jose Miguel Espinosa, este ha sido uno de los años de «mayor calidad», estimación reflejada en los valores de las corales Credo de Ucrania y The Rose Ensemble de EEUU, quienes han conseguido los premios de mayor estima.
IPablo CABEZA | TOLOSA
Cuarenta y cuatro ediciones lleva celebrándose en Tolosa el Certamen Coral, una idea que partió con la humildad de los tiempos y alimentada por las corales vascas hasta que veinte años después logró transformarse en uno de los certámenes corales más importantes del mundo. José Miguel Espinosa es su director desde hace veintiséis años. «Sí, así es. Previamente no se funcionaba en este sentido, había más una dirección colegiada. También las cosas eran más sencillas». Seguro, ya que en la actualidad se presentan dieciséis corales, que pueden llegar a completar una media de 400 personas. «Sí, pero hemos llegado a tener hasta 70o voces», precisa Espinosa.
Duele pensar en lo que tiene que ser organizar un certamen de estas características y el estrés que generará; no obstante, José Miguel Espinosa transmite la sensación de ser una persona con temple a pesar de que. Tolosa se convierte en el centro mundial de las corales durante cuatro días. Intensidad al máximo. Sin embargo, es una lástima que todo lo que genera el certamen no se quede en Tolosa. «Aquí sólo tenemos un hotel, por lo que casi la totalidad de los participantes se alojan en Zarautz, donde por cuestiones de turismo y albergues hay espacio suficiente». Le sugerimos al director del certamen que Zarautz debiera de ser uno de los patrocinadores del evento, ya que se llevan una buena inyección económica, a lo que contesta entre una amplia sonrisa que es cierto que tanta gente dejan una buena cantidad de dinero, pero que también Zazautz les compensa con la «cesión de locales para que las corales puedan ensayar».
Espinosa se muestra plenamente de acuerdo con el criterio del jurado, entiende que Credo y The Rose Ensemble son dos agrupaciones de excelente nivel, pero lamenta que la situación de las corales en Euskal Herria no sea del todo satisfactorio. «No se puede hablar de bajón porque la capacidad que tienen los coros vascos de ahora les permite acometer programas que hace veinte años no podrían. El problema es que la base, el número de cantores ha disminuido bastante. Creo que hay que educar en este sentido a los más jóvenes. Los niños tienen que cantar en las escuelas y relacionarse, además, con el cancionero tradicional vasco».