Las adaptaciones teatrales pasan por un extraordinario momento en el cine francés, y a los éxitos recientes de «Un dios salvaje» o «El nombre» se suma ahora «En la casa», basada en una pieza original del madrileño Juan Mayorga, que François Ozon ha sabido traducir con plena libertad a la lengua de Flauvert. Pues no en vano Fabrice Luchini interpreta a un profesor de literatura que basa sus enseñanzas en ese y otros clásicos parecidos.

El veterano actor encabeza un reparto extraordinariamente dirigido, teniendo en cuenta que el adolescente Ernst Umhauer no solo le da la réplica sin problemas, sino que es capaz de mantener un duelo generacional de lo más apasionante. No se queda atrás Kristin Scott Thomas, que le saca mucho jugo a su papel de galerista de arte, con aparición incluida en ese entorno satirizado de la genial Yolande Moreau, que desdobla como las gemelas dueñas de la sala de exposiciones. Y Emmanuelle Seigner, quien al igual que en las películas de Polanski, es sometida a un observación voyeurista.

En Donostia, además de recibir la Concha de Oro y el Premio al Mejor Guión, tuvo unas excelentes críticas, convirtiéndose desde el día de su proyección en una de las favoritas de entre las muchas buenas películas que animaron la 60 edición.

La prensa especializada destacó las cargas de profundidad lanzadas por Ozon contra la institución de la familia burguesa, sin descuidar otros temas como el de la creatividad que pone a prueba las barreras entre la realidad y la ficción, hasta convertirla en un juego peligroso de intromisión en las vidas ajenas para manipularlas. El propio Ozon reconoció la influencia de «Teorema» de Pasolini, si bien se trata de una obra tan abierta que dispone de identidad propia, en cuanto que nunca se pone límites y explora terrenos ocultos.