obama seguirá en la casa blanca
El presidente, ante el desafío de cumplir sus viejas promesas
GARA | WASHINGTON
El recién elegido presidente estadounidense Barack Obama se enfrenta al reto de cumplir en su segundo mandato las promesas que dejó en el aire en sus primeros cuatro años al frente de la Casa Blanca, entre ellas, el cierre de Guantánamo y el fin de los ataques con aviones no tripulados, así como las detenciones por periodo indefinido.
«Es hora de que cumpla la promesa que hizo hace cuatro años de cerrar la prisión de Guantánamo. Pedimos a Obama que desmantele el sistema de espionaje sin orden judicial, los bombardeos mortales con aviones no tripulados y demás ataques contra las libertades individuales que consideramos inaceptables», resaltó Anthony Romero, director ejecutivo de la Unión Americana de Defensa de las Libertades (ACLU).
Amnistía Internacional realizó un duro balance de los primeros cuatro años de Obama, que calificó de «desastrosos» en materia de derechos humanos.
«El presidente mantuvo el discurso de su predecesor George W. Bush en cuanto a la guerra contra el terrorismo, que despreció los derechos humanos y reinterpretó la Constitución», subrayó Suzanne Nosse, directora de AI en Estados Unidos.
Las organizaciones no gubernamentales denuncian el régimen de detención indefinida sin cargos, las escuchas extrajudiciales y el uso de la fuerza militar contra Al Qaeda.
«El uso de la tortura fue el legado de Bush. Espero que la herencia de Obama sea la deslegitimación de la detención sin límites y que Guantánamo deje de ser un lugar adonde EEUU envía a sus presos musulmanes a morir y envejecer», manifestó Baher Azmy, del Centro para los Derechos Constitucionales.
Obama prometió el 20 de enero de 2009 cerrar esta base, que Bush utilizó para encerrar a los «combatientes enemigos» y en la que sigue habiendo 166 presos en extremas condiciones.
«El presidente tiene una segunda oportunidad para hacerlo bien y cumplir el admirable objetivo que se fijó», subrayó a AFP Hina Shamsi, directora de Seguridad Nacional de la ACLU.
Diversos analistas tachan, sin embargo, de poco realista la promesa que hizo Obama. «El debate actual sobre el futuro de Guantánamo se mueve entre una promesa vacía y atrofiada y la aprobación tácita de un status quo», señaló Benjamin Wittes, experto del Instituto Brookings.
Para la historiadora y especialista en Guantánamo Karen Greenberg, «es una cuestión con la que se puede convivir».
Quienes también esperan más de Obama son los grupos ecologistas, que han vuelto a poner sus esperanzas en él para combatir el cambio climático y potenciar el uso de energías limpias. Dave Hamilton, al frente de Sierra Club, la mayor organización de defensa del medioambiente de EEUU, mostró su satisfacción por su victoria. Remarcó que el paso del huracán Sandy y sus desastrosas consecuencias han vuelto a poner el foco en el calentamiento global.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dejará su cargo una vez asegurada la transición con su sucesor tras la asunción del presidente electo, Barack Obama, el 20 de enero. «Como ella explicó, tiene la intención de seguir hasta la designación de un sucesor y luego regresar a la vida civil para descansar, aprovechar la oportunidad para pensar y escribir», manifestó la portavoz de la oficina gubernamental, Victoria Nuland.
Clinton ya confirmó hace diez días que iba a dejar su puesto después de la asunción de Obama. «No estoy muy dispuesta a permanecer más tiempo», aseguró en declaraciones al diario «The Washington Post».
No obstante, en algunas declaraciones a «The Wall Street Journal» a finales de octubre, Clinton pareció dejar la puerta entreabierta para quedarse un poco más de tiempo, con el objetivo de manejar el caso del ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi el 11 de setiembre, una cuestión que provocó una tormenta política, comprometiéndose ella a «asumir la responsabilidad».
Clinton, de 65 años de edad, fue la gran rival de Obama en las elecciones primarias que el Partido Demócrata celebró en 2008 para elegir al candidato a los comicios presidenciales de ese año. Tras su victoria, Obama anunció que contaría con ella para su Gobierno.
Ahora se especula con que la ex primera dama vuelva a concurrir a un proceso de elecciones primarias para conseguir la nominación demócrata a la Casa Blanca para 2016, colmando con sus aspiraciones políticas, aunque ella lo niega.
Tras conocerse el triunfo de Obama, los medios de comunicación estadounidenses señalaron al ex candidato presidencial y actual jefe de la Comisión de Exteriores del Senado, John Kerry, como sucesor de Clinton. GARA
