Millán Salcedo sube al escenario a partir de mañana viernes en el Teatro Campos de Bilbo con su nuevo espectáculo «De verde en cuando», escrito e interpretado por él mismo, que fue estrenado hace un mes en Zaragoza.

En una entrevista telefónica con Efe, Salcedo, quien alcanzó la fama gracias al trío y luego dúo Martes y Trece, junto a Josema Yuste, ha explicado que su espectáculo es «un monólogo no al uso», acompañado por un pianista, Marcos Cruz, y unas proyecciones de «collages» obra del propio artista.

«En estos tiempos de tantos recortes, a mí me ha dado por recortar» (para hacer los collages), con los que ya ha presentado dos exposiciones además de aprovecharlos para su espectáculo.

Crisis

En estos tiempos de «triple cri», como él lo llama, es decir, de «crisis, crispación y critiqueo», Salcedo ha lamentado que «no hay dinero y por eso se tiende a hacer una función de teatro con uno solo; se piensa que cuanto menos haya que pagar mejor, y en eso nos hemos implicado todos; yo estoy trabajando en `Los sobrinos del capitán Grant' en el teatro Zarzuela y somos 102 personas en el escenario, eso no se puede sacar de gira porque es inviable».

Es el principal cambio que ha visto en sus casi cuarenta años sobre los escenarios: «hoy en día te lo tienes que pergeñar tú, con uno o dos actores como mucho».

Además de tener que montar una producción propia, hoy «se va a porcentaje de taquilla con el empresario del teatro, ya no hay caché fijo como antaño. Si la gente va, se gana, y si no, no se gana nada».

Otro cambio es el ritmo impuesto por el «zapping» de la televisión: «no se puede hacer un sketch de ocho minutos, porque el telespectador te ha cambiado de canal».

Millán cree que se puede hacer humor de la crisis «como con todo, desde el respeto», pero para ello los humoristas necesitan «público con sentido del humor».

Ahora, con su nueva obra, regresa a Bilbo al Campos Elíseos, un teatro mediano, lo que busca ahora, «teatros de 400-500 localidades, ya 600 me parecen muchas, porque la gente ve el grano, el poso, te ve de cerca, no hay que recurrir a artificios».