Superada en Málaga esa presión y esa urgencia por conseguir la primera victoria como visitante, la Real afronta dos partidos consecutivos en casa ante rivales, a priori, asequibles que le pueden permitir dar un paso adelante en la clasificación. Al margen del respaldo moral de su triunfo en La Rosaleda, el equipo txuriurdin podrá volver a contar con tres futbolistas importantes como David Zurutuza, Claudio Bravo y Antoine Griezmann para intentar dar ese salto de calidad en la tabla clasificatoria.

Recién llegado de la concentración de su selección, donde ni siquiera se quedó a ver el partido que ayer disputó Chile contra Serbia en Suiza, Claudio Bravo se entrenó con el resto de sus compañeros de la Real en Zubieta, ejercitándose con total normalidad -por primera vez desde su operación se expuso a recibir balonazos en su muñeca derecha-, por lo que todo indica que podrá ser de la partida ante el Rayo el próximo lunes.

David Zurutuza también se ejercitó con relativa normalidad con el resto de jugadores disponibles, si bien utilizó un peto de alta visibilidad durante el partidillo en el que participó para evitar entradas o golpes por parte de sus compañeros.

El que, junto a Markel Bergara, Elustondo y Cadamuro, realizó un trabajo adaptado a su condición física fue Griezmann quien, sin embargo, declaró en sala de prensa que espera poder estar disponible el lunes ante el Rayo. De hecho, hoy mismo tiene previsto volver a tener contacto con el balón.

El dilema de Montanier

En principio, los tres jugadores han sido indiscutibles para Montanier siempre que han estado en plenitud física, con lo que el normando se verá en el dilema, bendito dilema, de tener que elegir entre volver a meter a estos teóricos titulares en el once inicial o dar continuidad al bloque que tan buena imagen dejó en Málaga.

Preguntado sobre su posible vuelta al equipo, el de Macon señaló estar con muchas ganas de poder hacerlo, pero negó sentirse imprescindible y destacó las múltiples opciones que tiene Montanier. «Juega muy bien todo el mundo, hay competencia y eso es mejor para todos, para el míster y para los jugadores, así sube el nivel de cada uno».

En este sentido, alabó el partido jugado por sus compañeros en Málaga, destacando que «jugamos como lo hacemos en casa, con laterales que subían, pivotes que también lo hacían e intentando jugar el balón, con un equipo más ofensivo. Lo vi muy buen», explicó.

Tanto es así que llegó a reconocer que «nosotros queremos Europa, aunque no lo digamos, pero tendremos que trabajar duro y no relajarnos. Sabemos que si ganamos los dos próximos partidos podemos estar arriba, pero primero hay que ganar al Rayo».