Hablar de todo y entre todos. Y trabajar por ello. Ese es el empeño que muestra Bakartxo Tejeria, elegida ayer nueva presidenta del Parlamento de Gasteiz

¿Quién es Bakartxo Tejeria?

Una persona abertzale, abogada en su momento, dedicada en los últimos años a la política. Una persona sencilla, ama de casa, con familia. Y ahora presidenta del Parlamento.

¿Con qué declaración de intenciones llega al cargo?

Ser la presidenta de todos y que este Parlamento sea el escenario en el que se llegue a grandes acuerdos.

La elección de la Mesa se ha hecho con criterios de pluralidad y proporcionalidad, ¿será esa la línea a seguir en el futuro en esta Cámara?

Debería serlo, porque eso es lo que al final da resultados.

Con esta composición de la Mesa, el futuro Gobierno monocolor del PNV queda en minoría. ¿Puede conllevar eso un esfuerzo adicional de búsqueda de acuerdos?

Evidentemente, pero para eso estamos. Lo que queremos es llegar a acuerdos y pondremos todo nuestro esfuerzo para alcanzarlos, con unos y con otros. Cuanto mayor sea el consenso, mejor para todos.

En su discurso ha hecho un homenaje a la palabra...

La palabra es muy importante, sobre todo en esta institución en la que estamos. Y la palabra no debe ser utilizada de cualquier forma ni decir cualquier cosa, sino que la palabra, con todo respeto, es una herramienta para resolver problemas y para llegar a acuerdos. Para dar soluciones a los ciudadanos, que al final es para lo que estamos. Estamos al servicio de un pueblo y la palabra es el arma con la que nos tenemos que mover aquí y la que nos debe llevar a cuajar los grandes acuerdos.

Hay un gran distanciamiento entre la ciudadanía y las instituciones políticas. ¿Hay fórmulas para solucionar esto?

También he dicho en mi discurso que vamos a intentarlo y ver si esa diferencia, esa separación, se puede ir acortando poco a poco. ¿Fórmulas para ello? Habrá que buscarlas, habrá que abrirse, habrá que estar con los ciudadanos. Costará, pero hay que trabajarlo.

¿Ve la necesidad de algún tipo de cambio en el funcionamiento del Parlamento con respecto al que ha habido hasta la fecha?

Cada uno tiene su propia personalidad y su propia forma de actuar. Yo, todavía, prácticamente ni he empezado. Apenas hace poco más de una hora que se me ha nombrado presidenta y, por tanto, sería arriesgado por mi parte hablar de cambios. Poco a poco, en la medida que me vaya asentando, veré si se puede cambiar algo y si creo que es para mejor, lo haré.

Se está diciendo que este Parlamento tiene que ser el lugar en el que dialoguen los partidos en busca de la normalización. ¿Será algo que impulse desde la presidencia?

Por supuesto. Después de muchos años estamos todos los partidos, al menos los que el pueblo ha votado. Es el momento de sentarnos y llegar a grandes acuerdos. Cada uno desde su posición, desde el respeto y el pluralismo. Pero hablar entre todos y llegar a acuerdos. Estoy feliz en ese sentido, porque es un momento de esperanza.

En su discurso ha dicho que este es el Parlamento de tres de cada cuatro vascos. ¿Hay alguna fórmula para que esa cuarta parte que no está pueda acercarse a este diálogo de paz y de normalización?

A día de hoy no, pero habrá que buscarlo. Eso no se puede imponer a nadie, sino que también la otra parte tiene que querer buscar el encuentro.

¿Habrá que buscar lazos con otros foros fuera del Parlamento? En Aiete ha habido una reunión en la que han participado muchos agentes, incluido los partidos de Iparralde.

Todo lo que sea llegar a acuerdos siempre es bueno. Con Navarra, con Iparralde... todo lo que sea aportar, bienvenido sea.

¿Le gustaría que esta fuera la legislatura en la que se pudiera aprobar un nuevo estatus?

Estará en la agenda. Habrá que hablar, habrá que debatir y habrá que llegar a acuerdos. Cuánto más amplios sean, mejor.

Con la mayoría abertzale que hay, ¿cómo le gustaría que fuera ese nuevo estatus?

Como presidenta, que el acuerdo sea lo más amplio posible y todos estén cómodos. Como militante de un partido abertzale, Euskadi es un pueblo y tiene derecho a decidir. Esa es la base de la que tenemos que partir. Pero como presidenta, lo que tengo que favorecer es que todos los partidos estén cómodos y puedan debatir y acordar.

El programa del PNV habla de llegar a un acuerdo y hacer una consulta antes de ir a Madrid. Como presidenta, ¿eso le parece factible?

Yo voy a facilitar que se llegue a un acuerdo y ese acuerdo definirá los pasos a dar.

Una de las funciones del Parlamento es controlar al Gobierno, pero este no siempre responde a las preguntas. ¿Va a hacer algo con eso al dirigir los debates?

Eso depende de la habilidad de cada miembro del Gobierno, que no todos la tienen. Esa habilidad también hay que valorarla. Pero el Parlamento ejerce el control y el Gobierno es libre de hacer lo que mejor le parezca.