En Los Cármenes, Gorka Iraizoz se `comió' un balón que hizo tambalearse la sufrida victoria bilbaina ante el Granada, amén de la bochornosa salida al campo en la segunda mitad con el partido ya en juego. El cuestionado portero navarro salió luego a atender a la prensa y 'apechugar' con las inquisitoriales preguntas de los periodistas. Y sin irse tan lejos, ¿acaso no salió Ekiza, uno de los centrales, a atender a los medios después de haber encajado un sonrojante 5-1 en el Bernabéu? Seguro que en ninguno de los dos casos, ni en otros, es plato del gusto de un jugador dar la cara cuando las cosas no han salido bien. Ayer, le tocó a Ander Iturraspe saltar al ruedo de la sala de prensa de Lezama -quinta vez que lo hace en los últimos dos meses y medio- en el día después de la negativa a hacerlo de Fernando Llorente. Sobre el `9' dijo: «Está clarísimo que se va a quedar hasta final de temporada, es un jugador más de la plantilla que aporta como todos los demás».

Si son «uno más», como asegura su compañero, ¿por qué Llorente o el otro Fernando, Amorebieta, no quieren salir a hablar con la prensa mientras el capitán Andoni Iraola lo ha hecho ya en seis ocasiones desde setiembre, o Susaeta hasta cinco veces, o De Marcos y Gurpegi cuatro cada uno? ¿Habrá que preguntarle al `repetidor' Iraola por la situación de ambos?

La presencia del de Rincón de Soto en el Athletic se antoja ya insostenible y solo los acordes que interprete la Orquesta Sinfónica de Bilbao el domingo en San Mamés -dentro de los actos de su 90 aniversario-, en los prolegómenos del partido ante el Deportivo, podrán mitigar la otra partitura, la de viento, que puede que haga sonar buena parte de la grada, dedicada al delantero si se confirma su titularidad.

Como a Iturraspe, a Óscar De Marcos le tocó lidiar en el día después de la espatanda del `9'. «El tema de Llorente se lo preguntáis a él cuando toque... No sé cuando tocará», se escaqueó el alavés. «Yo no soy nadie para hacer valoraciones. Eso os lo tiene que contestar Fernando, No va conmigo en absoluto», terció un incómodo Iturraspe, quien sí demostró veteranía al retar a las preguntas sobre la influencia de lo sucedido en el vestuario: «Yo contestó a las preguntas con sinceridad y si digo que al vestuario no le afecta no hay que ponerlo en duda». Lástima que minutos antes, su compañero De Marcos reconociera que «son cosas que intentamos depender lo menos posible de ellas. Pero no nos está beneficiando».

Piden «volver a la normalidad»

El de Guardia aceptó que «el tema extradeportivo está siendo bastante elevado» y que «sería mejor que todo volviera a la normalidad». Iturraspe quiso zanjar el debate sosteniendo que «el equipo y el próximo partido están por encima de esto» y que «la decisión del club está clara y el compromiso de Fer también».

Otra semana calentita, sin visos de fumata blanca y cada vez más voces a favor de la salida del ariete en invierno. Con su gesto, al informar de la negativa de Llorente, el club ha dado un paso al frente y no hay que descartar alguna sanción disciplinaria. Y, entre tanto, Amorebieta, ¿estará pensando aquello de cuando las barbas de tu vecino veas pelar...?