La UMP sale muy debilitada y dividida de sus convulsas elecciones primarias
GARA | PARÍS
La Unión para un Movimiento Popular (UMP) tiene desde la tarde del lunes un presidente, Jean-François Copé, pero el principal partido francés de derecha ha salido de sus elecciones primarias desgarrado entre dos líneas políticas, sin un líder claro, un debilitamiento que podría ser aprovechado por la extrema derecha, los centristas y el Partido Socialista en el poder.
Tras un recuento marcado por acusaciones mutuas de fraude entre Copé y el derrotado ex primer ministro François Fillon, el primero se hizo con la victoria por 98 votos de diferencia.
«El partido ha ofrecido el peor espectáculo político que podía ofrecer», indicó el editorial del derechista «Le Figaro», mientras que «Le Monde» señalaba que «la democracia francesa necesita una oposición sólida y seria, no un campo de ruinas».
Desde hoy, la derecha francesa encara una nueva etapa en la que el principal reto de Copé será superar la fractura evidenciada en estas elecciones internas. En un esfuerzo de unidad, el presidente ofreció a Fillon una vicepresidencia, un cargo creado ex profeso. La propuesta fue calificada de «grotesca» por su s allegados.
El circo mediático y político en el que ha caído la derecha francesa ha alimentado las declaraciones de otras formaciones, en especial la ultraderechista Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen, quien no pudo ocultar su satisfacción. A su juicio, el expresidente Nicolas Sarkozy dejó tras de sí «un campo en ruinas» y «una derecha dividida» sin líder ni proyecto. En este sentido, afirmó que ante la «debilidad» de la UMP, el FN se sitúa como «la verdadera alternativa». También el nuevo partido centrista UDI, de Jean-Luis Borloo, espera sacar provecho de esta situación.
Nacido hace 48 años en Boulogne-Billancourt de madre de origen argelino y padre de origen judío rumano, Copé reivindica «una derecha sin complejos», dirigida a conquistar al ala más ultra de la UMP, y se erige en heredero político de Sarkozy, aunque defiende también postulados muy cercanos al FN con declaraciones racistas.
Mientras él reclama unidad en su partido, los medios franceses consideran a Sarkozy el verdadero vencedor de las primarias y muchos de sus allegados le atribuyen intenciones de regresar a la primera línea de la política de cara a los comicios presidenciales de 2017.
Tras conocer su derrota, Fillon adelantó que se tomará unos días antes de anunciar la forma que tomará su «compromiso político» en el futuro, pero Copé, que abogó por «pasar página», aseguró ayer que no ve riesgo de escisión en la UMP.