El Congreso español alega unas obras para evitar el día de puertas abiertas
A. PRADILLA | MADRID
El PP decidió ayer suspender las jornadas de puertas abiertas que habitualmente se celebran en el Congreso de los Diputados durante los días previos a conmemorar la Constitución española. Así lo informó en la Mesa y Junta de Portavoces el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, que se aferra a un informe técnico que desaconsejaría este acto debido a las obras que se están llevando a cabo en el Congreso. Sin embargo, otras voces apuntan a que la supresión, que ya venía rumoreándose desde hace un mes, está relacionada con el miedo a que se repitan en el interior de la sede parlamentaria las protestas que, cada vez con mayor frecuencia, tienen lugar en el exterior.
La imagen del Congreso español blindado por vallas metálicas y rodeado por policías se ha convertido ya en habitual. Al igual que las manifestaciones, desde que el 25 de setiembre surgiese la iniciativa para rodear la Cámara Baja. Posada, preguntado por los periodis- tas, aseguró que la suspensión de la jornada de puertas abiertas «en absoluto» tiene que ver con las protestas. Aunque resulta evidente que esta llega en el momento de mayor descrédito de buena parte de la clase política española.
El acto, al Senado
Pese a este discurso, diversos medios españoles filtraron ayer el acta de la reunión de la Mesa del Congreso donde quedó registrado que su vicepresidenta, Celia Villalobos, llegó a plantear que los plenos se celebrasen sin presencia ciudadana. Una posibilidad rechazada por el propio Posada.
Desde el PSOE, su portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, consideró «altamente sospechoso» que las obras comiencen precisamente dos semanas antes de la única jornada en la que los ciudadanos acceden libre- mente al Congreso. Bien sea por las obras o por el miedo a más protestas, la jornada de puertas abiertas se trasladará este año al Senado.