Raimundo Fitero
Más terror
Lo derechos humanos se pisotean con palabras solemnes. El conflicto entre palestinos e israelitas no tiene solución si se parte de un derecho basado en la conquista militar. Los materiales que usa el ejército israelita, el número de efectivos, el dinero que usa para mantener esos territorios ocupados y de paso procurar la desaparición de los palestinos , es decir, practicando lo que se conoce como un genocidio, no se pueden comparar con los que usan los milicianos palestinos. Es una lucha desigual, no solamente por medios, sino por propaganda y apoyos. Uno contempla los noticiarios de ayer, de hoy, y siente absoluta rabia, pena, desconfianza absoluta.
El lenguaje empleado para narrar las acciones bélicas según quién las haga es una toma de postura absoluta. Y perdonen el calentón, pero terrorismo es que se ataquen poblaciones civiles con aviones sin tripulación, con bombas teledirigidas, con bombardeos selectivos, que causen daños generales en núcleos urbanos. Vemos con profusión de imágenes lo sucedido en Israel, con primeros planos, pero son tomas lejanas, sin personas muertas en lo de Gaza, a no ser que sea intoxicación y propaganda cuando nos señalan que han sido ejecutados «colaboradores» palestinos. Guerra mediática, sucia, sin fin. Escandalosa, que los medios compran sin rechistar, sin hurgar un poco por si acaso no es la verdad, sino un montaje, un episodio más de esa barbaridad consentida de un imperialista Israel, que tiene a todo el mundo compungido, atemorizado y que no acabará bien para nadie.